La Fiscalía y las querellas mantuvieron el pedido de prisión perpetua para Cristian “Pastelito” Martínez y Jesús “Gringo” Noriega, mientras que los abogados defensores reclamaron la absolución de sendos acusados.
La acusación fue llevada adelante por los fiscales Rosana Marcolín y Estanislao Giavedoni, y los abogados querellantes Martín Risso Patrón, en representación de Azucena, la mamá de Maxi, y Matías Pautasso, en representación de Daiana. En tanto, Martínez contó con la representación del abogado defensor particular Luis Rittiner, mientras que Noriega fue asistido por el abogado Ignacio Alfonso Garrone.
La fiscal Marcolín sostuvo que en el juicio logró probarse que Martínez y Noriega, a bordo de una moto Honda XR300, fueron quienes interceptaron a Leguizamón el 13 de septiembre de 2019, le efectuaron un disparo y le robaron la moto en inmediaciones de Risso y San Jerónimo; luego volvieron a efectuar otro disparo más y se llevaron la moto Honda Falcon 400.
Días después, el 19 de septiembre, a bordo de la misma moto Honda XR, siguieron a Maximiliano Olmos desde avenida Facundo Zuviría hasta Pasaje Pasteur y Larramendi; también le dispararon para robarle la moto, y cuando Maxi cayó al piso, ya herido e indefenso, volvieron a efectuar cuatro disparos más y se llevaron la Honda Tornado.
La Fiscalía remarcó lo relatado por tres testigos oculares del ataque a Maxi, dos de los cuales luego reconocieron la moto Honda XR300 secuestrada en el allanamiento a la casa de Martínez como la utilizada en el robo a Olmos. Leguizamón también la reconoció como la moto en la que circulaban las personas que lo atacaron a él.
En ese allanamiento también se secuestró el teléfono celular de Martínez, del que se extrajeron imágenes de la moto en la que circulaba Martínez y las motos robadas; también se extrajeron conversaciones de whatsapp y audios entre Noriega y Martínez.