Conociendo los principales atributos correspondientes a cada signo, podemos obtener información acerca de nuestra forma de ver y de comportarnos en el mundo.
El Horóscopo chino es un ciclo repetitivo de 12 años que cambia entre el 21 de enero y el 20 de febrero. Cada año está representado por un animal y sus cualidades.
Este año comenzó el 1 de febrero y finalizará el 22 de enero de 2023. Es el número 4720 chino, y se encuentra regido por el Tigre de Agua.
Estos son Rata, Búfalo (o Buey), Tigre, Conejo, Dragón, Serpiente, Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro y Cerdo. Cada uno de ellos posee un elemento que puede ser Metal (u Oro), Aire, Fuego, Tierra y Agua.
Por ello mismo, conociendo los principales atributos correspondientes a cada signo, podemos obtener información importante acerca de nuestra forma de ver y de comportarnos en el mundo. A continuación, los signos más detallistas de todo el horóscopo.
Serpiente (1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001, 2013, 2015)
El signo de la Serpiente es, en definitiva, un signo obsesivo, dado que le cuesta mucho rendirse a la hora de conseguir lo que se propone. Mientras que ser terco no es una mala característica, la obsesión puede llegar a serlo. Y de acuerdo con la astrología oriental, la Serpiente es de los que más se obsesiona con todo aquello que no logra conseguir dentro del tiempo que considera apropiado.
Dragón (1940, 1952, 1964, 1976, 1988, 2000, 2012)
Los Dragones son un poco obsesivos, ya que cuando se marcan una meta, no suelen parar hasta conseguirlo. Sin embargo, no podemos definir esta obsesión como problemática a excepción que la misma le afecte a su modo de vida. Siempre que esta sea mesurada y en su justa media, puede resultar sumamente positivo.
Caballo (1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002, 2014)
Los nacidos bajo el signo del zodíaco del Caballo son muy obsesivos, pero a pesar de esto también son personas simples y prácticas que fluyen con la vida. Su facilidad para la adaptación les posibilita ver las cosas desde varios puntos de vista y saben entender cuando ya no queda nada por hacer. Por ello, tienden a saber dejar ir las cosas y a no querer controlar aquello que no pueden. Si algo no les sale bien, entonces buscan otra que les pueda salir mejor.
Fuente: Diario Popular