Pagar el mínimo de la tarjeta de crédito es un error muy común, sobre todo si se tiene la oportunidad de pagarlo por completo. Esto puede generar una deuda que atenta contra la estabilidad de las finanzas personales.
La tarjeta de crédito es una buena herramienta para facilitar la organización de las finanzas personales. Sin embargo, es muy importante saber cómo gestionarla.
La ventaja principal que brinda es la posibilidad de diferir los pagos. Esto quiere decir que la persona puede adquirir un bien ahora y pagarlo dentro de un plazo determinado, por ejemplo, 45 días.
En cierto punto, funciona como un mini préstamo que brinda el banco. Cuando se realiza una compra, el saldo no se descuenta inmediatamente si no que se acumula durante todo un mes. En otras palabras, no es necesario utilizar el dinero que se tiene en la cuenta para poder realizar la compra.
Sin embargo, la tarjeta de crédito no es un sinónimo de dinero ilimitado, todo lo que se compre con ella se acumula y aparece en el resumen a pagar a fin de mes.
Uno de los errores más comunes en esta instancia es pagar el mínimo de la tarjeta, sobre todo cuando se tienen las posibilidades de pagar la deuda completa.
¿Qué es el pago mínimo de la tarjeta?
El pago mínimo que figura en el resumen del mes, es el monto a abonar para que la tarjeta siga activa. En caso de no pagar ese mínimo requerido, el banco puede darla de baja.
Es un monto que puede variar de un mes a otro, depende de la entidad bancaria y del total utilizado a lo largo del mes. Surge de un porcentaje resultante del total de deuda a pagar por el uso de la tarjeta y las cuotas pendientes del mes.
Al abonar en tiempo y forma, las personas están exentas de pagar cargos por intereses moratorios y su historial crediticio se mantiene intacto.
Sin embargo, las personas deben tener presente que solo se debe recurrir a esta opción en casos de emergencia.
¿Por qué no conviene pagar el mínimo de la tarjeta?
Cuando las personas pagan sólo el monto mínimo del resumen, el resto pasa a ser una deuda que genera intereses desde el momento del vencimiento. Si al mes siguiente se hace lo mismo, esos intereses del primer mes se transforman en deuda y, junto con el saldo anterior, generan nuevos intereses para el siguiente período.
Siempre que esté al alcance, la opción más conveniente es abonar el mayor monto posible a principio de mes, ya que los intereses corren sobre el total no abonado. Además, se suman algunos gastos no financiables como, por ejemplo, los consumos en un pago y los impuestos.
En caso de que no haya otro camino más que abonar el mínimo, es importante hacerlo en tiempo y forma. Estamos hablando de un préstamo y, como tal, se empezarán a cobrar intereses punitorios producto de pagar fuera de término.
Una de las opciones en caso de tener una deuda difícil de saldar, es comunicarse con el banco para establecer un plan de pagos con cuotas fijas. Al ser un gasto fijo es más sencillo ordenar las finanzas personales, ya que se conoce de antemano cuánto hay que abonar.
Hagamos una aclaración, se puede pagar el mínimo de la tarjeta, sobre todo cuando es un caso de emergencia o si se necesita contar con ese dinero para el resto del mes. Lo importante es no abusar del mismo para no acumular una deuda que termine desestabilizando las finanzas personales.
Las personas deben ser conscientes de que al pagar el mínimo se está tomando una mala decisión. Por este motivo, debe contemplarse dentro del análisis de las finanzas personales para que el próximo mes se pueda saldar la mayor parte de la deuda posible y, de esta manera, no seguir acumulando intereses.