Aún no hay información oficial sobre lo sucedido.
Por el momento, sigue sin haber información oficial sobre la causa de la muerte. En la noche del 8 de septiembre, solo se anunció el fallecimiento de la reina, a través de redes sociales: “La reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde”.
A pesar de su avanzada edad, la reina Isabel II gozaba de muy buena salud hasta hace unos meses. Su historial médico no incluye ninguna enfermedad crónica, solo una gripe fuerte (1993), una muñeca rota (1994), una cirugía de rodilla (2003), gastroenteritis (2013), un resfriado fuerte (2017) y una lesión en la espalda en noviembre de 2021, según han recogido diferentes medios británicos.
Sin embargo, según BBC, la reina aseguró en una entrevista estar “cansada y deprimida” tras pasar el Covid. De hecho, en sus últimos meses de vida, se la había visto con un bastón y con un peso mucho menor del habitual, a lo que se sumó la cancelación de citas relevantes, como fue su presencia en algunos de los actos programados para el aniversario de su ascenso al trono.
Aún así, la muerte de Isabel II fue una sorpresa para muchos. El día de su fallecimiento, desde palacio confirmaron que los médicos de la reina estaban “preocupados” y habían recomendado un seguimiento médico, pero el público no esperaba que su estado fuera tan crítico.