La Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria considera necesaria prorrogar la declaración de emergencia y desastre para el sector ante las pérdidas de los productores. “La dirigencia política no está dimensionando del todo el impacto de esta sequía”, expresó Ignacio Mántaras, titular de Carsfé, en Radio EME.
El campo atraviesa momentos críticos que afectan cada vez a los productores de la región. En consonancia ante este panorama, el pasado viernes se reunió la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria donde se evaluaron las pérdidas de los trabajadores del sector y plantearon una posible solución.
Tras varios idas y vueltas, en el encuentro se recomendó declarar la Emergencia Agropecuaria, con el fin de prorrogar los decretos provinciales 0080/2022 y 0020/2022 de declaración de emergencia y/o desastre agropecuario, hasta el 31 de mayo de 2023.
En diálogo con Radio EME, el secretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfé), Ignacio Mántaras, argumentó el pedido para que se declare la emergencia: “Pedimos su extensión para activar las herramientas que provee la ley, que son magras, no van a solucionar el problema de los productores ante la situación crítica en todo el territorio provincial”.
En tanto, precisó cuáles son las áreas más afectadas en la provincia: “Hay zonas que están muy complicadas frente a la sequías severas. Especialmente en el sur provincial. Pese a las lluvias del fin del semana, los pastos continúan afectados”.
Además, indicó: “En la región está muy afectada la producción de forraje. La situación de los tambos esta comprometida, al igual que las plantas ganaderos también”.
También, señaló: “El trigo es el cultivo más afectado ante la falta de humedad en los suelos y el impacto de las heladas tardías. Mientras que el maíz está atrasado en su producción, como ocurre con la soja. Su cultivo está retrasado también. Esperamos por la lluvia para revertir esta situación”.
Por otro lugar, el presidente de la Sociedad Rural de Santa Fe mencionó: “La zona más crítica del sur es la parte más comprometida. Tendrá un impacto mayúsculo en la producción y generación de bienes”.
Y consideró: “La dirigencia política no está dimensionando del todo el impacto de esta sequía. La producción se va a ver afectado y se notará en la generación de divisas, la que va a estar menguada para la economía de Santa Fe y de todo el país. Esto no se va a poder revertir en el corto plazo”.
Por último, Mántaras concluyó: “Estamos en una etapa crítica. Siempre entre diciembre y enero es un periodo complicado para el sector”.