Francisco tomó la decisión tras conocer los resultados de una investigación sobre “deficiencias en los procedimientos de gestión”. Fue nombrado interventor bajo el cargo de “comisario extraordinario” un ingeniero italiano.
El papa Francisco echó hoy a la plana mayor de Cáritas Internacional y decidió su intervención temporaria a través de un comisario extraordinario.
La drástica decisión fue tomada después de una investigación que se hizo sobre el ambiente de trabajo de este ente que coordina las más de 150 diversas Cáritas de las conferencias episcopales de todo el mundo.
Un comunicado del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral precisó que tras la investigación independiente que se hizo en Cáritas Internacional “se observaron deficiencias en los procedimientos de gestión, que también tuvieron un efecto negativo en el espíritu de equipo y la moral del personal”.
Según el decreto pontificio, que nadie esperaba, el objetivo de la intervención es “mejorar el cumplimiento” de la misión de Cáritas de asistencia al Sumo Pontífice y a los obispos en el ejercicio de su ministerio con los más pobres y necesitados. Para lograrlo, se revisará “el actual marco reglamentario para hacerlo más adecuado a las funciones estatutarias de la organización, así como para prepararlo para las elecciones que se celebrarán durante la próxima Asamblea General”.
En este contexto, el Papa designó como “comisario extraordinario” al ingeniero italiano Pier Francesco Pinelli, conocido por su trabajo en el mundo del voluntariado y cultor de la espiritualidad ignaciana, que manejará temoporariamente el organismo, con plenas facultades para hacer los cambios necesarios. Pinelli será asistido por María Amparo Alonso Escobar, economista española actualmente directora de Incidencia de Cáritas Internacional, y por el padre jesuita portugués Manuel Morujão para el acompañamiento personal y espiritual del equipo.
Mientras dure este período de reorganización, el Papa decidió despedir a la plana mayor del organismo, aunque, precisó el decreto, “la medida no tendrá impacto en el funcionamiento de las organizaciones miembro y en el servicio de caridad y solidaridad que llevan a cabo alrededor del mundo; es más, servirá para reforzar dicho servicio”.