Para los industriales, los números de la actividad del sector del pasado mes de setiembre “encienden alarmas”.
La producción industrial en la provincia de Santa Fe enfrentó en septiembre de 2022 una caída de 1,3% en relación al mismo mes del año anterior. En la medición acumulada entre los meses de enero y septiembre alcanzó un incremento de 2,4% en relación a igual período de 2021. Así lo indica el último informe publicado por estas horas y realizado por técnicos de la Federación Industrial de Santa Fe.
Cabe recordar que en septiembre de 2021 la producción se había expandido a un ritmo superior al 16% interanual, alcanzando por entonces una elevada base de comparación.
A pesar de la baja registrada en septiembre el nivel actual de producción fabril se encuentra 17 % por encima de los registros verificados entre los años 2018-2020.
En septiembre de 2022 las ramas de actividad de mayor contribución al producto industrial santafesino presentaron los siguientes resultados en relación al mismo mes del año anterior: Vehículos automotores (+143,7%), Productos metálicos para uso estructural (+13,0%), Edición e impresión (+8,9%), Muebles y colchones (+8,8%), Papel y productos papel (+8,5%), Carrocerías-Remolques (+8,1%), Carne vacuna (+5,8%), Autopartes (+5,1%), Manufacturas plástico (+4,9%), Molienda de cereales (+4,8%), Maquinaria agropecuaria (+4,6%), Productos de metal y servicios de trabajo metales (+2,9%), Maq. de uso general (+2,1%), Fiambres y embutidos (+1,4%), Maq. de uso especial (+0,8%), Prendas de vestir (-0,3%), Productos lácteos (-0,6%), Industria siderúrgica (-5,8%), y Molienda de oleaginosas (-18,0%).
En tanto, el procesamiento de semillas de soja en la provincia de Santa Fe enfrentó en septiembre de 2022 una importante caída de 18,0% interanual, mientras que la elaboración de aceite acusó el mismo desempeño.
En el período enero-septiembre de 2022 la industrialización de soja en nuestra provincia (26,6 millones de toneladas) y la producción de aceite (5,2 millones de toneladas) afrontaron bajas de 11,2% y 13,0% respectivamente y en relación al año anterior.
Según el informe de la entidad industrial, la caída en la actividad revierte el sentido positivo que venía registrando en los últimos siete meses y prende alarmas en un contexto de alta inflación, alza de costos a nivel global, suba de tasas de interés locales y dificultades para la importación de insumos y bienes de capital, determinadas por la escasez de divisas que enfrenta la economía argentina.
De cara a fin de año, la actividad industrial estará condicionada por el desempeño macroeconómico de los próximos meses.