En el último año el precio de la carne vacuna aumentó un 68%, contra una inflación del 83%.
En un contexto de fuerte presión inflacionaria sobre el precio de los alimentos, la carne vacuna constituye un caso aparte. La demanda interna que no puede convalidar aumentos y un elevado nivel de oferta mantienen en una línea plana a las pizarras de las carnicerías.
El Mercado Rosario Ganadero (Rosgan) analizó la evolución de los valores de venta al público. “En los últimos cuatro meses, el precio de la carne vacuna viene registrando ajustes de precios que no logran cubrir el aumento inflacionario, acumulando caídas de más del 18% en términos reales”, señalaron.
Con estas variables, será complicado que la cadena de ganados y carnes recupere en el corto plazo la rentabilidad perdida en los últimos cuatro meses. En paralelo, la oferta no entrega señales positivas para una recuperación.
Fuente: InfoCampo