En los últimos meses, Rusia registró varios ataques contra instalaciones militares y civiles de la península por parte de Kiev.
La península de Crimea, dentro de la Federación Rusa desde 2014, fue blanco este martes de un bombardeo con drones que obligó al Kremlin a declararse en “estado de alerta”. Según informaron, Rusia derribó dos drones, no hubo victimas y ninguna infraestructura civil se daño.
Sin embargo, en los últimos meses, se registraron varios ataques contra instalaciones militares y civiles de Crimea. A finales de octubre, las autoridades anunciaron que la flota rusa en la bahía de Sebastopol, en el mar Negro, había sido víctima del ataque “más masivo de drones” en la historia del conflicto. En represalia, Moscú se retiró temporalmente del acuerdo de exportación de cereales ucranianos, esencial para la seguridad alimentaria mundial.
Rusia, al igual que los habitantes locales, sostiene que Crimea forma parte del territorio ruso, una pretensión que no es reconocida por la “comunidad internacional”. Mientras, Kiev afirma que quiere recuperar la península.