El presidente sobrevoló la ciudad costera de San Sebastián. Estuvo junto con los ministros del gabinete y se comprometió a ayudar a reconstruir la ciudad de unas 91 mil personas.
El número de muertos por las torrenciales lluvias en el sureste de Brasil aumentó el lunes a 40, según cifras oficiales. Ayer el presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó la región y dijo que ya no se deberían construir viviendas en zonas con riesgo de deslaves e inundaciones.
Las autoridades del estado de San Pablo dijeron el lunes que cuatro personas más habían muerto además de los 36 fallecidos reportados el día anterior. Aún se espera que se registren más víctimas fatales porque tres docenas de personas seguían desaparecidas.
Lula sobrevoló la ciudad costera de Sao Sebastiao junto con los ministros del gabinete. Se comprometió a ayudar a reconstruir la ciudad de unas 91.000 personas mediante la edificación de nuevas casas en lugares más seguros. También dijo que el Gobierno debía trabajar para restaurar las instalaciones de infraestructura clave, como las carreteras dañadas.
El diluvio ocurrió durante el período festivo del Carnaval de Brasil, cuando miles de personas acuden a las playas de la región, lo que probablemente agrave el costo humano del desastre.
Según el Gobierno del estado de San Pablo, San Sebastián fue la zonas golpeada por las inundaciones, pero las fuertes lluvias también afectaron a localidades cercanas como Ilhabela, Caraguatatuba y Ubatuba, donde se registró una víctima fatal.
Más de 2.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, agregó el Gobierno. El Estado declaró tres días de luto y situación de calamidad de 180 días para seis pueblos.
Fuente: NA