El intendente, Pablo Javkin, reclamó que reclamó que el ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi se mude a la ciudad. Este respondió que vive allí y que trabajan en busca del orden. Mientras, los vecinos sufren: “Nos sentimos abandonados”.
Este miércoles por la mañana se registró un nuevo ataque contra un edificio público de la ciudad: balearon el centro de Distrito Sudoeste Emilia Bertolé. Se contaron varias balas que dañaron los ventanales y también la fachada del centro de salud lindero donde hoy iba a comenzar a aplicarse la vacunación bivalente. El intendente Pablo Javkin suspendió la actividad que tenía agendada y brindó una conferencia de prensa reclamando por el ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi.
“¿Dónde está la Policía? No es que dude, no están”, preguntó y se respondió Javkin. “El límite es que se tiene que terminar esto, que se venga a vivir el ministro acá”, reclamó, en referencia a Rimoldi. El 1º de diciembre Perotti y Javkin habían firmado un convenio para la puesta en marcha de tres Centros Operativos Policiales (COP) que iban a funcionar en Centros de Distrito Municipales con un móvil con dos agentes policiales y dos más dentro de cada predio.
Por su parte, más tarde, Rimoldi se expresó ante los medios. En ese sentido, aseguró que la seguidilla de atentados ocurridos en Rosario son la muestra de que “el trabajo de la Policía es molesto”. Además, dijo que se inició un sumario administrativo para establecer por qué no había agentes en el Centro Municipal de Distrito Sudoeste, que fue atacado a tiros entre el martes y este miércoles. También le respondió al intendente Pablo Javkin al aclararle que, en efecto, vive en Rosario.
Finalmente, Radio EME dialogó con Melisa Herrero, de Vecinales Rosarinas Unidas, por las balaceras en Rosario. “La reflexión generalizada de los rosarinos es cansancio. No somos escuchados, esto se viene superando día a día y realmente asusta. Nos hace mucho ruido el silencio del gobernador. Pedimos que se junten todos y hagan algo. Nos están matando. Estamos abandonados”, sentenció.