La obra de teatro basada en la sitcom de Telefe factura millones de pesos a base de risas y personajes ya históricos.
Vendió cientos de miles de entradas muchos meses antes de la fecha prevista de su estreno, mediados de 2020. Sin embargo la cuarentena por la pandemia del COVID frenó todo. El negocio perfecto quedaba en stand by por tiempo indeterminado. Los productores se agarraron la cabeza, los actores lamentaron la inoportuna mala suerte. Sí, quedaba la posibilidad de hacerla algún día, pero en ese entonces, ¿la gente aún querría ver la obra? ¿Seguirían a esa altura pasando los capítulos viejos en Telefe? ¿Se podrían vender la misma cantidad de entradas? Las respuestas recién llegaron a mediados de 2022 y se confirmaron en enero de este año.
El teatro Gran Rex tiene más de 3.200 localidades. Cada entrada cuesta entre 7 mil y 12 mil pesos. Hacen dos funciones de miércoles a domingo y agregaron funciones el feriado de Carnaval. Cuesta conseguir entradas. Haga la cuenta. Le va a dar un resultado en cientos de millones de pesos. Y si lo pasa a dólares, aún al blue, le dará un número escalofriante (para bien). El éxito es rotundo por donde lo mire.
Sin embargo lo que es una sensación teatral también tiene sus complicaciones, porque al reagendar la temporada, después del mencionado coronavirus, había que ordenar los trabajos de todos los protagonistas, pero además de la disponibilidad del Gran Rex que tenía y aún tiene compromisos ya asumidos con otras producciones, que ahora deberá resolver. “Los éxitos no se tocan”, se afirma en el mundo del espectáculo. Por eso hay que solucionar, cómo sea, todos los problemas para que esto que funciona tan bien no tenga que despedirse tan pronto.
Imagínese también que la gran mayoría de los artistas de esta comedia ya tenían en la actualidad otros trabajos, en diferente medida, claro. Guillermo Francella viene de protagonizar películas y las dos temporadas de “El encargado” (la segunda aún no se estrenó). Florencia Peña tuvo hasta hace poco su programa en las noches de América y estuvo al frente de la obra “Network”. Luisana Lopilato, que vive en Canadá y acaba de ser nuevamente madre, protagonizó la película “Matrimillas”, y Marcelo Debellis y Darío Lopilato, que tiene su programa todos los días en El Nueve, hicieron en el 2022 la obra “Vamos a contar mentiras”. Solo queda Jorgelina Aruzzi, que no era del elenco original, pero sumó en reemplazo de Erica Rivas.
Todos tenían trabajo, mucho, pero obviamente “Casados con hijos” en el teatro era una cuenta pendiente y no solo por los millones de pesos de la taquilla. Es un producto que les ha dado grandes satisfacciones a lo largo de varios años, y aún más a Telefe, que sigue repitiendo la sitcom sistemáticamente. La obra en el Gran Rex era el guiño que faltaba con los fanáticos, una despedida con risas y carcajadas en vivo y en directo.
La comedia en sí tiene un guión poco pretencioso pero que le permite a los actores desarrollar sus personajes tan conocidos por los espectadores. Hay muchos guiños a situaciones recientes, cómo para aggiornar la historia, como menciones al Mundial de Qatar y otras referencias a la vida de los actores, que prefiero no spoilear. La escenografía es la misma durante la mayor parte del espectáculo, confirmando que es una versión teatral de la sitcom.
Para muchos el humor de “Casados con hijos” es antiguo, machista, atenta contra la familia, es vulgar, y otras tantas calificaciones. Otros en cambio se ríen como si fuera lo más gracioso que escucharon en su vida. Lo cierto es que esta versión teatral de la comedia es un éxito que, si se resuelven las cuestiones de agenda, podría perdurar durante mucho tiempo.
Fuente: NA