Según investigadores de Hardvard, tener hábitos de sueño saludables reduce drásticamente el riesgo de morir joven de cáncer o de enfermedades del corazón, entre otros beneficios.
Diferentes especialistas recomiendan dormir entre siete y ocho horas para poder descansar correctamente y permitirle al cerebro y al cuerpo recuperarse del estrés del día, con lo que se puede cumplir mejor con las tareas cotidianas. Pero no solo basta con respetar esa cantidad de horas de sueño, sino que también hay otros factores a tener en cuenta.
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de Hardvard, tener hábitos de sueño saludables reduce drásticamente el riesgo de morir joven de cáncer o de enfermedades del corazón, entre otros beneficios que empiezan a notarse fundamentalmente a partir de los 30 años.
Los autores del estudio también determinaron que la esperanza de vida en las personas que duermen bien puede ser de casi cinco años más que en las que duermen mal. “Si las personas tienen todos estos comportamientos de sueño ideales, es más probable que vivan más tiempo. Incluso, desde una edad temprana, si las personas pueden desarrollar estos buenos hábitos de sueño, esto puede beneficiar enormemente su salud a largo plazo”, señaló el doctor Frank Qian.
La metodología del estudio
El estudio de Harvard interrogó a 172.321 personas con una edad promedio de 50 años sobre sus patrones de sueño, realizó un seguimiento de su salud durante cuatro años y recomendó cinco factores clave:
- Dormir de siete a ocho horas por noche.
- Quedarse dormido con facilidad al menos cinco noches a la semana.
- No despertarse por la noche al menos cinco noches a la semana.
- No usar ningún medicamento para dormir.
- Despertarse sintiéndose descansado al menos cinco días a la semana.
Los resultados
La puntuación de cinco sobre cinco sumó 4,7 años a la esperanza de vida de los hombres y 2,4 a la de las mujeres, en comparación con las personas que alcanzaron solo uno o ninguno de los objetivos.
Además, las personas que obtuvieron las mejores calificaciones tenían un 19 por ciento menos de riesgo de morir de cáncer y un 21 por ciento menos de probabilidad de muerte por enfermedad cardíaca.
Qian reveló su investigación en la conferencia del Colegio Americano de Cardiología, y expresó: “Estos hallazgos enfatizan que simplemente dormir las horas suficientes no es suficiente, sino que hay que tener un sueño reparador y no tener muchos problemas para conciliar y mantener el sueño”.