Se trata de un padecimiento cada vez más usual en todo el mundo, aunque está sub diagnosticado por la dificultad en su detección. En diálogo con un experto detalla de qué se trata y cómo abordarlo.
Las personas que padecen la llamada “depresión sonriente” no se comportan con los patrones clásicos de lo que la sociedad espera de un deprimido. Por el contrario, suelen tapar los síntomas, sonreír hacia afuera. Incluso pueden tener picos de alegría o euforia, y sin embargo encontrarse deprimidos. La saben ocultar bien hasta que la gota derrama el vaso.
En tanto, el término depresión sonriente hace referencia a “los cuadros depresivos que cursan con la sintomatología típica asociada a dichos trastornos. El sujeto diagnosticado muestra un afán de ocultamiento. Y este anhelo redunda en una posición activa para que las personas que lo rodean no perciban el malestar”, indicó la profesora Vanessa Rodríguez Pousada de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Posibles causas de la depresión sonriente
Hay factores genéticos y hay factores desencadenantes. En la actualidad, si bien la ciencia no toma este padecimiento como parte de un término oficial, en los últimos años, el interés por este síndrome se ha multiplicado.
En definitiva, la sociedad promueve el positivismo excesivo y, a su vez, los distintos rasgos depresivos suelen ser negados o minimizados. Es urgente que se brinde un espacio prioritario de análisis y tratamiento en la agenda de salud pública.
Los síntomas más comunes
• Cambios en el apetito: Las personas que intentan aparentar felicidad a pesar de sentirse tristes debido a una depresión, suelen tener muchos cambios en su apetito. De hecho, pueden comer en exceso o al contrario, perder el interés por las comidas. Por ello, los cambios de peso son muy comunes con cualquier tipo de depresión.
• Problemas con el sueño: el sueño está muy ligado a esta problemática, se ha visto que las personas que viven una depresión tienen un sueño REM en menos cantidad, que nos ayuda a la memoria, aprendizaje y, estado anímico, por lo que puede a su vez, aumentar las sensaciones de tristeza y desesperanza de la depresión. También se sabe que en esta problemática el nivel de serotonina que segregamos es mucho menor y que esta hormona es fundamental en los procesos de cambio vigilia-sueño.
• Sentimientos de tristeza y desesperanza: Aunque esta depresión está enmascarada, la realidad es que las personas suelen mostrar frases o palabras que indican sentimientos de culpa, inutilidad o desesperanza. También su diálogo interno suele ser a base de crítica y pensamientos pesimistas acerca de sí mismos y sus capacidades.
• Tienen muy baja autoestima: No tienen por qué mostrarlo, pero sienten una baja valía de sí mismos, tienden a querer recibirla de fuera.
• Son muy evasivos: No muestran muchas emociones, tienden a querer distraerse, ocupar su tiempo. Es como si pudieran huir de esa depresión entreteniendose con otras actividades
• Pérdida de interés en las actividades: Otro de los signos que pueden revelar una depresión sonriente es que estas personas suelen no estar interesadas en aquellas actividades que antes solían disfrutar.
Fuente: NA