Cuando el niño presenta un desarrollo madurativo o físico diferente de los de otros de su misma edad, debe hacerse una consulta con el pediatra.
El inicio escolar suele ser una buena oportunidad para llevar a los niños al pediatra. Entre otros parámetros, el médico evaluará niveles de peso y estatura. Eso será con el objetivo de determinar si alguno ofrece valores que puedan estar expresando una mala progresión temporal.
Según la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del Ministerio de Salud de la Nación, el 7,9% de los niños menores de 5 años presenta una talla inferior a la esperada para su edad. No obstante, especialistas se ocupan de aclarar que la mayoría recuperará su talla sin tratamiento. Sin embargo, un grupo de menores podría estar presentando una condición médica para la cual es determinante poder diagnosticarlos y tratarlos en forma temprana.
El espectro de condiciones que pueden afectar el crecimiento de un niño es muy amplio. Es importante explorar los antecedentes familiares, pues en ocasiones, existe un rasgo de heredabilidad en estas condiciones. También explorar enfermedades sistémicas del cuerpo, enfermedades endócrinas, retraso de crecimiento intrauterino y los trastornos genéticos de nacimiento.
Indicios
Existen algunos indicios a los que la familia debería estar alerta, llamar su atención y promover una visita con el pediatra. Por ejemplo, cuando el niño parece más pequeño que sus compañeros de clase o cuando el crecimiento se desacelera durante varios meses, y cuando no cambia de talle su ropa o su número de calzado.
Una de las causas de retardo de crecimiento es la deficiencia de hormona de crecimiento. Puede ser congénita o adquirida y se produce cuando el cuerpo no fabrica una cantidad suficiente de esta hormona.
Fuente: Na