Según contaron quienes estuvieron en el estudio, la ex participante estaba muy enojada con Ceferino Reato.
Al salir de la casa en el cuarto puesto, Romina Uhrig se llevó a Caramelo, uno de los dos perritos que entraron a Gran Hermano. Sin embargo, aún no pudo llevarla a la casa porque la dejaron nuevamente en el refugio donde vivían antes de ingresar al reality.
“Me dijeron que mañana me iban a dar a Caramelo”, dijo Romina cuando fue por la mañana al programa de Georgina Barbarossa. Sin embargo, el veterinario que se estuvo ocupando de cuidar a los perritos no está tan seguro. “Consideramos que hay factores de riesgo, como no tener la pileta cercada”, le dijo a la ex participante y ella no pudo aceptar la negativa.
“No sé por qué no me lo entregaron. Ya está todo. La pileta tiene vidrio. Estamos esperando que me entreguen a Caramelo. Lo voy a cuidar. Lo amamos. Estuve todo el tiempo con él en la casa”, afirmó la ex diputada.
Por la noche, en el debate con todos los jugadores, Marcos, que iba a quedarse con Morita, reconoció que le daba pena separarlos y que estaba dispuesto a que Romina se lleva a las dos mascotas a su casa. “Y Romi se la queda, es política, se quedan las cosas”, acotó Ceferino Reato, el panelista más crítico de la ex diputada.
Muy enojada, tanto por la situación con los perritos, como por el comentario de Ceferino, Romina habría encarado a Ceferino y le habría dado un manotazo que le hizo volar los anteojos y hasta le dejó una marca debajo del ojo derecho.
Según remarcó el periodista Sebastián Tempone, Reato “se comió un cachetazo. Cuentan que los anteojos volaron por el aire y los productores la llevaron fuera del estudio”.
Horas más tarde, el panelista desmintió la pelea en Twitter: “Gran Hermano. Debido a las consultas de varios colegas, me gustaría desmentir cualquier tipo de incidente anoche en el último debate. Me alarma que las fake news estén siendo cada vez más sofisticadas. GH fue un gran programa que ya terminó y que pronto volverá. Abrazos”.
Fuente: NA