Países aliados a Ucrania intensificaban y consolidaban el envío de tanques de guerra a Ucrania. Es con el fin de mejorar su capacidad de defensa ante el invasor ruso.
De hecho, Alemania y Polonia firmaron con Kiev un acuerdo para poner en marcha un centro de reparación de tanques Leopard 2 en territorio polaco. Las instalaciones podrían comenzar a funcionar a fines de junio y haría realidad la postergada ayuda de la llamada coalición de los Leopard. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, calculó gastos de entre 150 millones y 250 millones de euros.
En Berlín advierten que no basta con suministrar los carros de combate. Los primeros 18 tanques Leopard 2 alemanes llegaron a Ucrania a finales de marzo. Polonia, Portugal, España y Finlandia, entre otros, ya enviaron o se disponían a enviar unidades procedentes de sus arsenales. En tanto, Alemania, Países Bajos y Dinamarca acordaron suministrar entre los tres un mínimo de 100 unidades de Leopard 1.
Se trata de stocks industriales, que en muchos casos llevan décadas almacenados, y que las empresas armamentísticas empezaron a restaurar por encargo de Berlín.
Por otro lado, autoridades estadounidenses anunciaron en la base aérea Ramstein, en Alemania, que comenzarán a entrenar a militares ucranianos. Según el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, los tanques Abrams llegarán a Europa “en las próximas semanas”.
Podrá capacitarse entonces a soldados ucranianos para manejar a los Abrams, considerados por expertos como más adecuados a la guerra con Rusia que sus pares alemanes.
Alemania, en su momento, puso como condición para entregar sus Leopard 2 que Estados Unidos haga lo propio con sus Abrams: Washington prometió la entrega de 31 unidades, mientras avisó que su funcionamiento y tecnología plantea desafíos más complejos.
Fuente NA