La policía keniana exhumó los cadáveres de 47 personas que se cree que eran seguidores de una secta cristiana que pensaban que irían al cielo si morían de hambre.
La fuerza de ese país comenzó el viernes a exhumar los cadáveres del bosque de Shakahola, cerca de la ciudad costera de Malindi.
“En total, 47 personas han muerto en el bosque de Shakahola”, dijo a Reuters el domingo el detective Charles Kamau, quien informó que las exhumaciones seguían.
A principios de este mes, la policía rescató a 15 miembros del grupo, fieles de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, a los que, según dijo, se les había ordenado que murieran de hambre. Cuatro de ellos fallecieron antes de llegar al hospital, según la policía.
El líder de la iglesia, Paul Mackenzie, fue detenido a raíz de un rumo que sugería la existencia de tumbas poco profundas pertenecientes a al menos 31 de los seguidores de Mackenzie.
Los medios de comunicación locales, citando fuentes policiales, informaron de que Mackenzie se negó a comer o beber mientras se encontraba bajo custodia policial.
El ministro del Interior, Kithure Kindiki, indició que todo el bosque había sido acordonado y declarado escena del crimen.
“Esta horrenda lacra en nuestra conciencia debe conducir no sólo al castigo más severo de los autores de la atrocidad cometida contra tantas almas inocentes, sino a una regulación más estricta (incluida la autorregulación) de todas las iglesias, mezquitas, templos y sinagogas en el futuro”, precisó.
Fuente: NA