El partido Hermanos de Italia, al que pertenece la primera ministra Giorgia Meloni, presentó una iniciativa para multar hasta con 100.000 euros a los funcionarios, universidades y empresas que empleen anglicismos en sus comunicaciones oficiales.
El argumento principal de la estrategia es “defender y promover la lengua italiana”, así como proteger la identidad nacional, según retoma Euronews.
Aunque este proyecto cobró relevancia en las últimas semanas, la idea existe desde 2018, según destacó un artículo del sitio Sputnik, que analizó a fondo el tema.
El senador Antonio Iannone dio a conocer una propuesta de ley donde se establecía utilizar completamente el italiano en el Gobierno, las escuelas y diversos sectores industriales y sociales, además de impulsar la creación de un consejo que avalara el uso correcto de la lengua romance.
A finales de 2022, el debate volvió cuando el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Fabio Rampelli, alegó que en el recinto legislativo se hablaba italiano y que se defendería ante el inglés.
“No podemos entender por qué llamamos dispenser al dispensatore di liquido igienizzante per le mani” (dispensador de líquido desinfectante para las manos)”, escribió entonces en la red social Twitter.
La discusión cobra aún más relevancia por dos aspectos: la constitución italiana, que data de 1947, no establece un idioma oficial, además de que el italiano como lengua no cuenta con un organismo o academia pública que fije reglas respecto a su uso.
“Según los últimos datos, Treccani, la reconocida enciclopedia en italiano, contiene actualmente 9.000 palabras en inglés y 800.000 palabras en italiano. Desde el año 2000, el número de palabras en inglés que se han insertado en el idioma italiano ha crecido en 773%”, publicó Euronews.
Fuente: NA