Un hombre armado mató a tiros a cinco personas, entre ellos un niño de ocho años, después de que sus vecinos le pidieran que dejara de disparar un arma de tipo AR-15 en su jardín delantero en Cleveland, Texas, informó este sábado el alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers.
La policía estaba buscando al sospechoso, que utilizó su AR-15 en la matanza a última hora del viernes, dijo Capers a Reuters. Las autoridades acusan a Francisco Oropeza, de 38 años, de cinco cargos de asesinato y le estaban buscando el sábado por la mañana, dijo Capers.
“Está prófugo en el bosque nacional Sam Houston, en el condado de San Jacinto. Lo estamos rastreando con perros y hombres a caballo y drones en el aire”, afirmó.
Los funcionarios de la oficina de Capers recibieron una llamada sobre una situación de acoso en Cleveland sobre las 23:31 hora local, pero cuando llegaron al lugar encontraron a varias víctimas que habían recibido disparos, comentó.
Había un total de diez personas en la casa cuando el pistolero entró y empezó a disparar, indicó Capers, cinco de las cuales sobrevivieron.
Según la policía, todas las víctimas eran hondureñas, pero las autoridades no revelaron sus nombres, según informó anteriormente la cadena ABC.
El sospechoso salió de su casa el viernes por la noche y comenzó a disparar en su patio, que es cuando algunas de las víctimas salieron a confrontarlo, dijo Capers. “Un hombre se acercó a la valla y dijo ´oye, estamos intentando mantener al bebé dormido aquí´“, relató.
Ambas partes regresaron entonces a sus casas, señaló Capers, pero el pistolero “rellenó su cargador, avanzó por su camino de entrada” a la calle y luego “comenzó a disparar en la casa donde estaba la gente”. El alguacil dijo que las víctimas murieron con disparos en la cabeza.
Fuente: NA