Luego de la histórica conquista del título en la Serie A por parte del Napoli, el presidente del conjunto italiano, Aurelio De Laurentiis, visitó al papa Francisco junto al delantero argentino Giovanni Simeone y le propuso jugar un amistoso ante San Lorenzo, el club del que es hincha la máxima autoridad de la Iglesia Católica.
El fanatismo de Jorge Bergoglio por el conjunto de Boedo es conocido en todo el mundo e, incluso, tras la obtención de la Copa Libertadores 2014, el plantel fue a saludarlo. Esta vez, quien aprovechó la oportunidad fue el hijo de Diego Simeone junto al mandatario del equipo de Nápoles.
“Espero que algún día pueda organizar un partido entre Napoli y San Lorenzo, su equipo favorito”, fue el deseo de Laurentiis antes de saludar al Papa en el centro Agostinianum, donde fueron debido al décimo aniversario de Scholas Occurrentes, una Organización Internacional creada y dirigida por el Pontífice en apoyo de las comunidades pobres de todo el mundo.
Tras revelarle la idea, el italiano le entregó al Santo Padre una camiseta de Napoli con el número diez en la espalda y una pelota firmada por todo el plantel. Por su parte, el papa les donó un olivo Benedicto que será plantado con motivo de futuros eventos futbolísticos.
Además de esa ofrenda, el presidente, como metáfora de dar una patada a las injusticias del mundo, también le regaló a Francisco un pequeño yeso del pie de Diego Maradona, quien es el máximo ídolo del club -el estadio lleva su nombre- y allí conquisto dos scudettos, dos Copas Italia y una Copa UEFA.
Fuente: NA