Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el COVID-19 y la gripe comparten síntomas, entre los que frecuentemente se registran fiebre, tos, secreción nasal, malestar corporal y cansancio, por lo que es recomendable que los profesionales de la salud realicen pruebas rápidas para un diagnóstico preciso. Con la co-circulación de estos virus, las pruebas específicas son la mejor manera de diagnosticar para que los pacientes puedan ser tratados rápidamente a los pocos días de la aparición de los síntomas.
Al respecto, el Dr. Eduardo López (M.N. 37.586), Jefe del departamento de medicina del Hospital Gutiérrez y ex Presidente de la Sociedad de Infectología Pediátrica, remarcó: “En la antesala del invierno es muy importante que la población cumpla con la recomendación de la vacunación para la gripe, que es gratuita para los individuos entre seis y 24 meses, los mayores de 65 años y los individuos a partir de los seis meses que tengan cualquier patología de riesgo, junto con la mujeres embarazadas y el personal de salud. En el caso de COVID-19 está la vacuna bivalente que también se administra gratuitamente a los mayores de 50 años y a las personas de riesgo. Es importante destacar, que ambas vacunas se pueden aplicar simultáneamente en distintos sitios”.
En este sentido, se destaca la importancia de la consulta al médico ante la presencia de los síntomas y, debido a que existe una similitud entre la sintomatología de C0VID y de Influenza A/B, se recomienda realizar en los centros de salud los testeos que permitan determinar la presencia de una u otra enfermedad y a partir de ello brindar un tratamiento certero y eficaz.
“Las pruebas rápidas son un método rápido y sencillo que se pueden realizar con los denominados productos médicos ‘punto de atención’, es decir en el mismo lugar en el que el paciente es recibido en el centro de salud, clínica u hospital, a partir del cual es posible atenderlo, derivarlo y administrarle la medicación apropiada para su estado, logrando un tratamiento más eficaz” destacó el Dr. Eduardo López.
Pruebas rápidas
Recientemente se desarrollaron pruebas rápidas a cargo de profesionales de la salud, que permiten, mediante un sencillo hisopado nasofaríngeo, identificar en apenas 15 minutos la presencia de los virus de COVID 19 y/o de Influenza A/B en el cuerpo humano, a partir de los cuales es posible arribar a un diagnóstico temprano y con eso administrar un tratamiento eficaz.
Sucede que el COVID 19 y la Influenza A/B comparten síntomas tales como fiebre, dolor de cabeza, malestar corporal, tos y cansancio, lo cual es más sensible para los denominados pacientes de riesgo. En esta época, el resfrío, tos y dolor de garganta son algunos de los síntomas más comunes y, en su mayoría, responden a los cambios bruscos de temperatura y a un bajo nivel de defensas del organismo.
Hoy en día, los tratamientos antivirales orales están cada vez más disponibles para tratar el COVID-19 en todo el mundo. Son una herramienta notable para ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad y mantener a las personas fuera de los hospitales. Del mismo modo que los antivirales contra la gripe, los medicamentos antivirales para la COVID-19 funcionan mejor cuando se toman a los pocos días de la aparición de los síntomas.
Otros datos
Según la última edición del Boletín Epidemiológico Nacional, que elabora el Ministerio de Salud de la Nación, en lo que va de 2023 se registraron 147.044 casos de ETI (Enfermedad Tipo Influenza), 21.114 casos de Neumonía, 18.417 casos de Bronquiolitis en menores de dos años y 3.700 casos de Infección respiratoria aguda.
La gripe es una infección respiratoria causada por el virus de la influenza que circula en todo el mundo y se caracteriza por ser una enfermedad viral muy transmisible. La gripe puede causar enfermedad grave, especialmente en grupos de alto riesgo, como los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con patologías graves previas. Para reducir su impacto, especialmente en las poblaciones vulnerables, la OMS recomienda la vigilancia nacional de la enfermedad, la prevención y medidas de planificación de control, que incluyen testeos, vacunas, diagnóstico temprano y tratamiento.
Para apoyar al sistema de salud, es conveniente la detección precoz de patologías como gripe y la COVID -19, y estar un paso adelante en el diagnóstico, de modo que los profesionales puedan tener las herramientas modernas para identificar rápidamente. Como resultado, los pacientes pueden ser tratados a los pocos días de la aparición de los síntomas.
Fuente. NA