Con la definición de Gonzalo Montiel en el último penal, Sevilla venció por 4 a 1 en la tanda de penales a la Roma, después de empatar 1 a 1 en los 90 minutos en el estadio Puskas Arena y se consagró campeón de la UEFA Europa League por séptima vez en su historia.
El lateral argentino aseguró el penal definitivo, después de haberlo repetido por un adelantamiento de Rui Patricio, con un remate fuerte al medio y celebró junto a su compañeros la obtención del trofeo y la clasificación a la próxima UEFA Champions League.
El equipo comandado por el cordobés estuvo mucho mejor en la primera etapa, con mucho juego con pelota dominada y con intenciones desde el comienzo. Sin embargo, pudo concretar con el gol sino hasta los 34 minutos con una definición cruzada de Dybala tras una gran asistencia de Gianluca Mancini para poder vencer finalmente al arquero marroquí Bono.
A los pocos minutos del complemento, Dybala sentiría un dolor que le impidió continuar en el partido y sería reemplazado, algo que le cortó chances al equipo romano y acrecentó las oportunidades del Sevilla de los argentinos. Erik Lamela y Montiel entraron para darle otro aire al partido y cambiaron la historia para los andaluces.
Para el complemento, Sevilla salió desde vestuario decidido a ganarlo y apretó al equipo italiano más de lo que se esperaba y lo tuvo en su campo hasta que pudo igualarlo por intermedio de una mala fortuna de Mancini, tras no poder despejar un centro atrás de Jesús Navas. El encuentro transcurrió muy parejo para ambos hasta la llegada del tiempo extra.
Durante el tiempo extra, ambos equipos no se sacaron ventajas y estiraron el partido hacia la definición desde los doce pasos. Bono tuvo una gran actuación al atajarle el penal a Mancini, mientras que Ibañez erró el segundo penal para Roma al darle a uno de los palos. Lucas Ocampos, Erik Lamela e Ivan Rakitic convirtieron sin problemas pero el más importante, el de Montiel, no falló y le dio otro campeonato al equipo que dirige José Luis Mendilibar.