A días del comienzo del invierno y con la irrupción de las bajas temperaturas, el consumo de gas se intensifica en los hogares argentinos, pero al mismo tiempo se reduce el ingreso del fluido desde Bolivia, principal proveedor del país.
En mayo pasado, Bolivia le vendió un 47% menos de gas natural a la Argentina en comparación con el mismo mes del 2022, de acuerdo a lo informado por el medio boliviano El Deber, en base a los datos del Centro Departamental de Monitoreo y Fiscalización de Hidrocarburos de la Gobernación de Santa Cruz, dependiente del Ministerio de Hidrocarburos y Energía.
El organismo precisó que el mercado argentino recibió solo 6,34 millones de metros cúbicos día (MMm3/d) el mes pasado, en contraste con los 13,58 MMm3/d comercializados en mayo de 2022.
En cuanto al desempeño de junio, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) informó que YPFB ha estado enviando un promedio de 9 MMm3/d de gas natural en los últimos seis días.
La merma en el envío del fluido ocurre en un momento en que los precios internacionales del gas natural están en su nivel más alto debido al conflicto en Europa del este, entre Rusia y Ucrania. El portal boliviano recordó que en 2022 la petrolera estatal boliviana aprovechó esta situación para negociar mejores precios para el gas exportado durante el invierno, compensando así la disminución de los volúmenes.
Raúl Velázquez, analista de hidrocarburos y energía de la Fundación Jubileo consultado por el citado medio, aseguró que la reducción en las ventas de gas natural a Argentina refleja el fracaso de los programas de exploración y explotación de hidrocarburos en Bolivia, que arrancó en 2015.
El experto mencionó que en 2006 ambos países acordaron el envío de 23 MMm3/d, pero debido a los problemas de producción, en 2010 se firmó una adenda que establecía envíos promedio de 13 MMm3/d durante la temporada de invierno.
“Posteriormente, se redujo ese cupo debido a la baja producción de gas natural. En la actualidad, esta situación obliga al país a malabarear para responder a los mercados de Brasil, Argentina y el mercado interno. Para cumplir con Argentina, se reduce el suministro a Brasil y ahora se recurre al gas de la planta de amoníaco y urea con el argumento de que se la paralizará durante aproximadamente 45 días debido a fallas mecánicas”, advirtió Velázquez.
Por otro lado, José Padilla, exsecretario de Hidrocarburos de la Gobernación de Santa Cruz, indicó que la paralización de la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) y la venta del gas no utilizado son ejemplos de las dificultades que YPFB enfrenta para cumplir con Argentina.
Además, mencionó la desesperación de la firma boliviana por captar divisas y expresó que “lo que llama la atención es que el Gobierno habla de industrialización y justo paraliza una planta que genera valor agregado, para seguir exportando materia prima. Eso muestra una gran contradicción entre lo que se dice y lo que se hace”.
El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, se refirió al tema y admitió en una entrevista con Página Siete que la PAU se encuentra paralizada y que el gas no empleado en la planta se exportará al mercado argentino a un precio más favorable.
Fuente. NA