La implementación del programa Precios Justos Barriales puso en alerta a los kiosqueros y comercios de cercanía santafesinos. Según sostienen, esta política que supuestamente busca controlar el aumento de precios trae aparejada una situación de “competencia desleal” de la cual son víctimas con respecto a los grandes negocios.
Así lo indicó Ricardo Mascheroni, referente de UKGRA Santa Fe. Desde la entidad que reúne a kioscos y almacenes aseguran que su implementación “es voluntaria” y que la mayoría de este tipo de comercios no la llevan adelante porque “sólo beneficia a las grandes cadenas”.
“Es un acuerdo que tiene el Estado Nacional con las grandes cadenas de distribuciones y algunos de los grandes mayoristas con los productores de alimentos. El resto es verso”, sentenció.
Para el dirigente, este programa “no beneficia a nadie, ni a la economía de una ciudad, ni al comercio de cercanía, ni a los empleados, ni al consumidor”.