Corea del Norte condenó este martes la decisión del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de enviar bombas de racimo a Ucrania como un “acto criminal” y exigió la retirada inmediata del plan.
El hecho de que Biden haya admitido que fue una decisión difícil demostró que estaba al tanto de las desastrosas consecuencias del uso de bombas de racimo, apuntó el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, en un comunicado publicado por la agencia oficial de noticias KCNA.
“Yo, en nombre del gobierno de la RPDC, denuncio con vehemencia la decisión de EE. UU. de ofrecer WMD (armas de destrucción masiva) a Ucrania como un acto criminal peligroso para traer una nueva calamidad al mundo, y exijo enérgicamente que EE. UU. retire la decisión de inmediato”, protestó.
La aislada Corea del Norte forjó lazos más estrechos con el Kremlin y respaldó a Moscú después de que invadiera Ucrania en febrero del año pasado, apuntó la agencia de noticias Reuters.
“Estados Unidos ha tomado una decisión muy peligrosa… que saca a la luz una vez más sus verdaderos colores como destructor de la paz con respecto a la agresión y la masacre como su política nacional y modo de existencia”, sentenció Choe.
Estados Unidos anunció la semana pasada que enviaría a Ucrania las armas controvertidas. Muchos aliados y socios de EE. UU. que ayudan a Ucrania se encuentran entre los 111 estados parte de la Convención sobre Municiones en Racimo, que prohíbe todo uso, almacenamiento, producción y transferencia de elementos de esas características y entró en
vigor en 2010.
Corea del Norte no es parte de la convención. Rusia, Ucrania y los Estados Unidos tampoco la firmaron.
Ucrania opinó que la decisión de los Estados Unidos ayudaría a liberar el territorio ucraniano, pero prometió que las municiones no se usarían en Rusia.
Fuente: NA