La tasa de interés y sobrecargos que la Argentina debe pagarle al Fondo Monetario Internacional por la deuda que tiene con el organismo viene subiendo en forma persistente, en paralelo al alza que dispone la Reserva Federal de Estados Unidos.
Esta semana alcanzó un récord del 8,07% anual, el doble de lo que pagaba hace un año. Cuando el exministro de Economía Martín Guzmán renovó el acuerdo con el FMI, en marzo 2022, la tasa era del 0,25% más 4 puntos de sobrecargos: en total 4,25%.
Vale destacar que la tasa es fijada semanalmente y para la semana del 24 al 30 de julio es del 4,07% más 4 puntos de sobrecargos.
La necesidad de eliminar los sobrecargos es un pedido permanente de la Argentina al que el Fondo Monetario no ha hecho lugar. La próxima semana podría volver a aumentar por el incremento de la tasa de interés de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos.
Cuando se difundió el año pasado el acuerdo durante la gestión de Guzmán la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) explicó que “la tasa marginal de interés que devenga la deuda de Argentina con el FMI, que incluye un componente variable, actualmente se encuentra en torno a 4,25%”.
“En un contexto de mayores presiones inflacionarias a nivel global, existe el riesgo de que una suba de tasas de interés internacionales impacte sobre el componente variable de la tasa base del FMI, lo que encarecería el costo de financiamiento para nuestro país”, indicó la OPC.
Esta casi duplicación de la carga de intereses (del 4,25% al 8,07%) se explica porque la Reserva Federal fue subiendo las tasas de interés que incidieron en las que cobra el FMI y que se aplica según la participación que tienen las monedas de los principales socios del organismo en la cotización del DEG (Derechos Especiales de Giro), la moneda en la que el FMI realiza sus transacciones.
Ante una mayor inflación como consecuencia de la pandemia y de la invasión rusa a Ucrania, la FED comenzó en marzo de 2022 a subir las tasas.
Lo hizo en 25 puntos básicos y otros 50 en mayo. Luego realizó cuatro subidas de 75 puntos básicos. En diciembre aumentó medio punto y este año comenzó el ritmo con tres alzas de 25 puntos básicos. Actualmente, las tasas están en un rango de entre 5,25% y 5,5%, el máximo nivel desde 2001.
Por esta razón, los pagos de intereses al FMI vienen siendo crecientes.
Por ejemplo, fueron de US$ 367 millones en febrero de 2022 y una cifra similar en mayo. Subieron a US$ 452 millones en agosto y US$ 563 millones en noviembre del año pasado. En febrero de 2023 sumaron US$ 701 millones, en mayo US$ 742 millones y el 1° de agosto subirá a US$ 830 millones.
Hasta ahora el Gobierno lleva pagados US$ 7.309 millones en intereses al FMI. De ese total, US$ 1.480 millones fueron durante el Gobierno de Mauricio Macri y US$ 5.829 millones por el de Alberto Fernández.
La tasa de interés que cobra el FMI se compone de una tasa base, más un margen de 100 puntos y de eventuales sobrecargos que se aplican cuando el saldo deudor excede ciertos límites, como es el caso de Argentina.
Adicionalmente, existen comisiones que aplican sobre los desembolsos: la comisión de compromiso y el cargo por servicio.
La tasa de interés de DEG se determina semanalmente sobre la base de un promedio ponderado de tasas representativas de instrumentos de deuda pública a corto plazo en los mercados de dinero de las monedas de la canasta del DEG (dólar, euro, yuan chino, yen japonés y libra esterlina). El que tiene mayor peso es el dólar.
Los sobrecargos se aplican cuando el saldo deudor supera el límite equivalente a 187,5% de la cuota del país en el FMI, que es el aporte de cada miembro al organismo. Inicialmente, es de 200 puntos y aplica sobre el saldo deudor que excede dicho límite.
Si el saldo se mantiene por encima del límite durante un cierto período de tiempo (entre más de 36 meses y más de 51 meses para los EFF, acuerdos de facilidades extendidas), el sobrecargo se incrementa otros 100 puntos hasta 300 puntos.
Fuente: NA