La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la acumulación de dos proteínas tóxicas, tau y beta amiloide, en el cerebro, un hecho que se produce años antes de que los afectados empiecen a manifestar los primeros síntomas de deterioro cognitivo. De hecho, los últimos medicamentos que se desarrollaron para tratar esta enfermedad se dirigen a eliminar las placas que forman estas proteínas para frenar la progresión de la demencia.
Una nueva investigación descubrió que los compuestos presentes en el café expreso son capaces de inhibir la agregación de la proteína tau. Las pruebas que lo demuestran son preliminares y se realizaron in vitro en el laboratorio, pero los resultados publicados en Journal of Agricultural and Food Chemistry son una buena noticia porque pueden contribuir al desarrollo de nuevas terapias que ayuden a combatir esta enfermedad neurodegenerativa.
El café expreso tiene una elevada concentración de cafeína y para prepararlo se hace pasar el agua caliente a través de granos de café que previamente se molieron hasta obtener una textura muy fina, elaborando así un extracto concentrado que, a veces, sirve como base para otras bebidas.
Algunos estudios recientes sugirieron que tomar café podría tener un impacto beneficioso contra enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer y, aunque se desconocen los mecanismos exactos responsables de este efecto, se cree que la proteína tau desempeña un papel importante. En las personas sanas, esta proteína ayuda a estabilizar las estructuras del cerebro, pero cuando se desarrollan ciertas enfermedades, las proteínas pueden agruparse en fibrillas. Algunos investigadores señalan que impedir esta agregación podría aliviar los síntomas.
Compuestos del café que actúan contra las proteínas tóxicas
La química Mariapina D’Onofrio y sus colegas de la Universidad de Verona, Italia, querían comprobar si los compuestos del café expreso podían evitar la agregación de la proteína tau in vitro. Por esa razón, extrajeron granos de café expreso comprados en la tienda y caracterizaron su composición química mediante una espectroscopia de resonancia magnética nuclear. Eligieron la cafeína y la trigonelina –ambos alcaloides–, el flavonoide genisteína y la teobromina, un compuesto que también se encuentra en el chocolate.
Estas moléculas, junto con el extracto completo de expreso, se incubaron junto a una forma acortada de la proteína tau durante un máximo de 40 horas. A medida que aumentaba la concentración del extracto de expreso, cafeína o genisteína, las fibrillas eran más cortas y no formaban láminas más grandes, siendo el extracto completo el que obtuvo los resultados más espectaculares.
Además, observaron que las fibrillas acortadas no eran tóxicas para las células y no actuaban como “semillas” para una mayor agregación. En otros experimentos, los investigadores vieron que la cafeína y el extracto de expreso podían unirse a las fibrillas de tau preformadas.
Aunque se necesita mucha más investigación, los investigadores afirman que sus hallazgos preliminares in vitro podrían facilitar la búsqueda o el diseño de otros compuestos bioactivos eficaces contra enfermedades neurodegenerativas, incluido el alzheimer.
Fuente: TN