Pasaron tres meses desde que Mónica Aquino fue vista por última vez en una equina de la zona sur de la ciudad de Santa Fe. Durante la investigación se detuvo e imputó a tres personas –su pareja, su cuñado y su suegra– por explotación de la prostitución ajena, pero aún no hay rastros de ella. Pasaron más de 90 días y la mujer no aparece.
Por estas horas, la Justicia intenta establecer si una bolsa con ropa que fue hallada en la zona del río Salado a la altura de Varadero Sarsotti pertenecía a Mónica. El hallazgo se dio el pasado sábado, tras un nuevo rastrillaje que realizó la Prefectura Naval Argentina (PNA). El mismo fue informado a la Fiscalía de Delitos Sexuales del Ministerio Público de la Acusación (MPA), donde se tramita la causa judicial.
La fiscal, Alejandra Del Río Ayala, aguarda el informe sobre la ropa encontrada, la cual también deberá ser reconocida por los familiares de Aquino.
Durante estos meses –aunque sin resultados– se realizaron rastrillajes en los lugares donde podría encontrarse, con intervención de canes de rastreo, tanto de huellas como de restos cadavéricos.
Familiares, amigos y allegados de Mónica se movilizaron a Tribunales y cortaron la circunvalación a la altura de Varadero Sarsotti. También bloquearon el ingreso al puente Carretero en varias oportunidades para exigir la aparición de vida. No tuvieron respuesta.
El hallazgo de la bolsa de ropa es la pista más reciente en la investigación, aunque falta determinar si efectivamente pertenece a la mujer. En este sentido, el abogado querellante Gonzalo Marel, expresó que estima que “después de que lleguen los informes y las actas va a ver que reconocer si (las prendas) son o no de Mónica”. Mientras, continúa el misterio de su paradero.