La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) rechazó el pago de un bono para empleados registrados, por entender que el mecanismo de ajuste salarial del sector privado “son las paritarias y no una imposición del Estado sobre las relaciones laborales”.
El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció el pago de una suma fija de $60.000, en dos cuotas de $30.000 a cobrarse en septiembre y octubre, para los trabajadores privados y los estatales de la Nación que ganen hasta $400.000.
La entidad pyme sostuvo que cada sector de la economía y cada empresa en particular “atraviesan diferentes situaciones que jamás pueden homologarse al punto de establecer unilateralmente aumentos generales, aun asumiendo el Poder Ejecutivo nacional el 50% del incremento dispuesto”.
En particular, indicó que los sectores de Comercio y de Trabajadores Rurales “acaban de celebrar sus paritarias, lo que implica que el otorgamiento del bono en cuestión quedará absolutamente desfasado de la reapertura de las negociaciones, en el marco de un proceso inflacionario acelerado”.
“Las micro, pequeñas y medianas empresas llevan varios meses perdiendo en su resultado económico y esta imposición agudizará esa pérdida”, se quejó CAME.
Y advirtió que “la injerencia del Estado en la actividad privada no sólo complejiza la relación natural de empleadores y empleados, sino que pone en riesgo la endeble situación de miles de pymes que atraviesan un escenario de extrema fragilidad, con costos que aumentan permanentemente, con imposibilidad de importar insumos básicos y con una recesión que amenaza el consumo de manera creciente”.
En diálogo con Radio EME, Salvador Femenia, secretario de prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), dijo que: “La suma fija de $60.000 en dos partes nos complica más de lo que ya estamos. Esto es consecuencia de los efectos que causó la devaluación tras las PASO. Nosotros no fuimos consultados y consideramos que la discusión salarial se tiene que dar en paritarias”.