Entre los anuncios efectuados por el ministro de Economía, Sergio Massa, hay uno que podría tener un impacto directo a las exportaciones agroindustriales: se trata de una suerte de cuarta etapa de “dólar soja”, aunque con un esquema diferente a las anteriores.
En concreto, el domingo por la tarde Massa nunció que permitirá a las exportaciones de granos con valor agregado disponer libremente del 25% de las divisas generadas.
La medida alcanzaría a subproductos sojeros como harina y aceite, aunque no se descarta el girasol. Si bien por el momento no hay confirmaciones oficiales sobre cómo se pondrá en marcha, analistas del sector consideran que en la práctica se trata de un nuevo “dólar soja”.
CÓMO SERÍA EL NUEVO DÓLAR SOJA
Por ejemplo, de acuerdo con Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, esta decisión implicaría que el 75% del negocio exportador tendría una divisa a $350 y el 25% restante iría al contado con liquidación, que este lunes por la mañana rondaba entre $ 770 y $ 780.
Es decir, que el esquema de implementación de un tipo de cambio diferencial sería distinto en esta oportunidad, aunque con el mismo fin: que las agroexportadoras mejoren su capacidad de pago a los productores y, de este modo, se activen las ventas del poroto.
Esto, no solo para que la industria salga del momento complicado que atraviesa ante la poca disponibilidad de mercadería, sino también teniendo en cuenta que lógicamente significa un mayor flujo de divisas y de recaudación fiscal.
Ante una consulta Infocampo, desde la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) reconocieron que por el momento no existen mayores certezas sobre las medidas.
“Desde el Ministerio de Economía se anticipó que seremos convocados en la semana a los efectos de conocer la forma, plazos y condiciones de su implementación”, remarcaron
¿MEJORA LA CAPACIDAD DE PAGO?
En este contexto, Romano estimó que la capacidad de pago por parte de la industria puede pasar de $128.000 -última cotización de la semana pasada- a $155.000. Esta cotización representaría un tipo de cambio de $454 y una mejora de 20% en relación al último valor conocido.
Con respecto a la reacción de los productores a este nuevo escenario, consideró que sería una opción interesante si contarán con alguna alternativa para dolarizar esos pesos al tipo de cambio oficial.
Y agregó: “Muchos ya lo hicieron, y otros se van a topar con el problema de que los proveedores siguen con mucha incertidumbre por el famoso impuesto país del 7,5%, por lo que no dan precios”.
Para el docente, existen algunas diferencias entre esta medida y las anteriores versiones del Programa de Impulso Exportador, que podrían hacer más atractivas las condiciones para la venta. En el pasado, el tipo de cambio se diluía conforme pasaba el tiempo, ya que era fijo y el oficial aumentaba.
“En esta edición el 25% de los dólares va a estar atado a un dólar libre que oscila, pero va subiendo, y el que está fijo es el oficial”, diferenció.
De este modo, la industria podría terminar el año con una reducción de su elevada capacidad ociosa y el Gobierno activar el ingreso de dólares.
Si las ventas del complejo sojero acumularan 4 millones de toneladas, se podría generar una facturación adicional de U$S 620 millones, según calculó el docente de la Universidad Austral.
Fuente. Infocampo