El Gobierno incorporó a las terminales automotrices en el programa Precios Justos, con un modelo por empresa que mantendrá su valor congelado por 60 días.
Algunos son versiones de cabina simple de pick ups Ford y Nissan, y una versión del Toyota Yaris.
En cambio, para los demás modelos ya están llegando las nuevas listas de precios a las concesionarias, con incrementos que oscilan entre 6% y 20%.
Los incrementos, en promedio, podrían estár más cercanos al 15% que al 20%, según concesionarios.
La mayoría de las empresas ya habían aplicado durante agosto dos incrementos, uno a comienzos de mes y otro tras la devaluación post PASO.
De modo que muchos de los aumentos de este mes no van más allá del 6% o 7%.
Las que tendrán un incremento más generalizado son aquellas que no subían sus precios desde comienzos de agosto, con aumentos de alrededor de 15%. Y sólo en algún modelo puntual va a llegar al 20%.
Esa alza quedó amparada por el nuevo marco de precios que habilitó el Gobierno a través de la Administración Federal de Ingresos Pùblicos, que actualizó en 7,3 millones de pesos el precio mayorista a partir del cual los vehículos pasan a tributar impuestos internos.
Ese precio, una vez aplicado los distintos márgenes comerciales, se traduce en un valor al público de entre 10,3 y 10,5 millones de pesos.
Hasta el lunes, ese tope estaba en $8,4 millones. Por arriba de esos $10,5 millones, los autos y SUV’s cero kilómetro (no asì las pick ups, que están exentas) pagan una alícuota extra de 20% que encarece en total 25% el precio final de la unidad.
Hasta este martes, muchos modelos medianos y medianos-chicos, incluidos los de fabricación nacional más vendidos, estaban “topeados” por debajo de los $8,4 millones para no quedar fuera del mercado.
La actualización de los valores a partir del cual el organismo recaudador cobra esa alícuota viene siendo trimestral.
La AFIP utilizó para su actualización la inflación mayorista de abril, mayo y junio. Quedó desfasada.