La activista sueca Greta Thunberg fue acusada este viernes de desobedecer una orden policial, a menos de dos meses después de haber sido condenada y multada por el mismo delito.
Thunberg, de 20 años, fue multada con 1.500 coronas suecas (134 dólares) por un tribunal sueco el 24 de julio por no abandonar una protesta cuando se lo ordenó la Policía. Inmediatamente después del veredicto, Thunberg y otros activistas del grupo ecologista Reclaim the Future bloquearon la carretera para camiones petroleros en el puerto de Malmo y fueron de nuevos desalojados a la fuerza por la Policía.
“La manifestación no tenía permiso y provocó el bloqueo del tráfico de vehículos. La mujer se negó a obedecer la orden policial de abandonar el lugar”, dijo el fiscal en un comunicado.
Thunberg, que se convirtió en el rostro de los jóvenes activistas del clima de todo el mundo tras protagonizar protestas semanales frente al Parlamento sueco, podría enfrentarse a una condena más dura si es declarada culpable por segunda vez. No obedecer una orden policial conlleva una pena máxima de seis meses de prisión.