A fines de julio, la Municipalidad retiró el carro rojo ubicado en la Plaza San Martín, que homenajea a los bomberos de la ciudad. La estructura de madera había sido trasladada a los talleres municipales de carpintería y herrería para su reparación y puesta en valor. Los obreros que allí se desempeñan, trabajan en la reposición de las ruedas y la restauración del resto de las piezas.
Para la fabricación íntegra de los rodados que forman parte del carro, se utiliza madera proveniente de la poda sanitaria, como así también de árboles caídos en la ciudad. Esta acción se lleva a cabo en el marco del operativo de puesta en valor de espacios públicos que se concreta en distintos puntos de la ciudad.
El subdirector de Gestión Urbana municipal, Nicolás Zanón, contó que también fue “una demanda de los vecinos y de los bomberos, porque es una reliquia, que simboliza la infancia para muchas y muchos santafesinos”. En ese sentido, relató que se debió solicitar la autorización de la Jefatura de Policía, “de la cual depende el área de Bomberos, y para proceder a la intervención. Así, lo trasladamos hasta los talleres municipales, donde los trabajadores de las áreas de herrería y carpintería lo ponen en valor”.
Siguiendo esta línea, destacó la importancia del trabajo en los talleres, debido a “la gran capacidad que tienen los trabajadores municipales, en este oficio que vienen llevando adelante desde hace mucho tiempo”. Asimismo mencionó que las instalaciones de los talleres también son aptas para tomar este tipo de tareas “y no tercerizarlas, como históricamente se hizo”.
Se estima que la labor demandará cerca de dos semanas más, luego de las cuales “vamos a poder reinstalarlo en su lugar de origen, en el centro de la plaza, junto con las y los vecinos, y los Bomberos”.
Trabajo artesanal
Miguel Ángel Acosta es el encargado de la sección de carpintería de los talleres municipales y contó cómo se concreta el proceso de reconstrucción. Según dijo, la labor se completa “con madera de desplante: por ejemplo, si se cae un árbol en la calle, lo traen acá y lo hacemos tabla. De ahí sacamos para hacer una de las ruedas que se armó completa”.
Acosta no ocultó el orgullo que le reporta su trabajo cotidiano: “Es algo que nos gusta hacer, son cosas importantes para la ciudad”, dijo. Del mismo modo, destacó la tarea que realiza junto a sus compañeros en ese espacio que fue reacondicionado para revalorizar a quienes allí se desempeñan. “Tiene mucho valor lo que se hace acá -mencionó-. Desde reparaciones de bancos, hasta juegos de las plazas, pasando por trabajos de herrería que complementan”.