A cuatro meses de la desaparición de Mónica Aquino, la investigación sigue empantanada. La joven –que hoy tiene 30 años– fue vista por última vez en la madrugada del 5 de mayo en una equina de la zona sur de la ciudad de Santa Fe donde ejercía la prostitución.
Pocos días después, la Fiscalía de Delitos Sexuales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) detuvo e imputó por el delito de explotación de la prostitución ajena a tres personas: la pareja, el cuñado y la suegra de Mónica.
El Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de 5 millones de pesos y la provincia de Santa Fe un millón de pesos para quienes brinden información que permita dar con el paradero de la mujer desaparecida.
La última pista de la investigación fue el hallazgo de una bolsa con ropa que podría haber pertenecido a Mónica, en la zona del río Salado a la altura de Varadero Sarsotti. Antes, se habían realizado rastrillajes en los lugares donde podría encontrarse la mujer, también sin resultados.
Familiares, amigos y allegados de Mónica se movilizaron desde el primer día y con mucha periodicidad frente Tribunales y también realizaron varios cortes de tránsito en la Circunvalación a la altura de Varadero Sarsotti y en el Puente Carretero para exigir la aparición con vida de la mujer. Aún no tienen respuestas y ya pasaron cuatro meses.
La investigación por la desaparición de Mónica Aquino comenzó el 7 de mayo por la denuncia radicada por Hugo Pérez, su pareja y padre de sus hijos, quien actualmente está prisión. Al momento de realizar la imputación, poco tiempo después de la denuncia, la fiscal destacó que Pérez “mintió” en los datos que aportó, ya que dijo que había visto a Mónica por última vez el 4 de mayo a la noche, cuando se retiró del hogar familiar dijo “me voy a trabajar, cuidá a los chicos”.
Sin embargo, testigos sostuvieron haber visto a Hugo Pérez con la joven, entre las 3 y las 4 de la mañana del 5 de mayo, en inmediaciones de la zona sur donde Mónica tenía sus paradas para el trabajo sexual.
En tanto, la situación de Mónica ya había requerido la intervención de la Justicia a raíz de una denuncia radicada por su madre, a inicios de 2022. La mujer sostuvo que su hija era víctima de violencia por parte de su pareja luego de que Mónica le contara que no la dejaban salir de la casa para llevar a su pequeña hija al hospital. Algunos allegados también sostuvieron que Mónica había manifestado estar “cansada” de la vida que llevaba junto a Hugo Pérez –hoy detenido e imputado– y que no quería seguir adelante con la relación y tampoco con el ejercicio de la prostitución.
Mónica declaró en el marco de esa investigación que motivó la denuncia de su mamá, un par de meses después, debido a lo difícil que fue para las autoridades poder contactarla, ya que Pérez no la dejaba tener teléfono celular. En esa declaración, Mónica admitió que su pareja había sido violento con ella, que se habían separado y que al retomar el vínculo la situación cambió.