Cientos de manifestantes, la mayoría pertenecientes a grupos de antiinmigrantes, se enfrentaron este jueves con la policía, incendiaron vehículos y saquearon comercios en la ciudad irlandesa de Dublin, después de que tres menores y una mujer resultaran heridos en un ataque con arma blanca.
El episodio se produjo cerca de una escuela de la capital irlandesa, sobre la Plaza Parnell, y las autoridades locales se lo atribuyeron a grupos de derecha, que se oponen a la llegada de inmigrantes a su país.
La policía local, en tanto, confirmó la detención de un hombre pero no dio a conocer la nacionalidad del mismo, mientras los heridos fueron trasladados a un hospital cercano, aunque estarían fuera de peligro.
Los disturbios, los peores de los últimos años en Dublin, se multiplicaron en pocas horas por toda la ciudad y una multitud de jóvenes quemó vehículos policiales y autobuses.
Un autobus de dos pisos fue incinerado totalmente frente a la estatua de Daniel O’Connell y las ventanas de un hotel Holiday Inn y un restaurante McDonald’s cercanos fueron destrozadas.
Las protestas se mantenían hacia la medianoche y provocaron el cierre de varias calles y la suspensión de varias rutas de transporte público, aunque la policía intentaba retomar el control paulatinamente.
Por su parte, el presidente irlandés, Michael Higgins, expresó su preocupación por las víctimas del “horroroso” apuñalamiento múltiple, a través de un comunicado en sus redes sociales.
La migración hacia Irlanda aumentó a su segundo nivel más alto desde que comenzaron los registros y se estima que alrededor de 100.000 refugiados ucranianos llegaron desde que se inició la invasión rusa en febrero de 2022, uno de los niveles per cápita más altos de la Unión Europea.