Cuba se convirtió este viernes en el segundo país de América Latina y el Caribe que abrió
el camino a la eutanasia, después de Colombia, luego de que la Asamblea Nacional diera luz verde a la medida.
La misma forma parte de la aprobación de una nueva ley de Salud Pública que actualiza el marco legal del país para su sistema de atención médica universal y gratuita.
“Se reconoce el derecho de las personas a acceder a una muerte digna, mediante el ejercicio de las determinaciones para el final de la vida, que pueden incluir la limitación del esfuerzo terapéutico, los cuidados continuos o paliativos y los procederes válidos que finalicen la vida”, dice el borrador final de la legislación.
La eutanasia y el suicidio médicamente asistido, a los que se oponen la mayoría de las religiones, generan una enorme controversia en todo el mundo, donde sólo un grupo de países permiten su práctica y algunos la equiparan con el asesinato.
En el Instituto de Oncología y Radiobiología de La Habana, principal centro oncológico del país, el doctor Alberto Roque, maestro en Bioética, saludó la medida y dijo que establece el
“marco jurídico necesario, general, para que en el futuro se pueda aprobar la eutanasia en cualquiera de sus formas, o sea, eutanasia activa o suicidio asistido”.
Los medios estatales cubanos apenas mencionaron que el gobierno aprobaría la eutanasia y hubo poco debate público, aunque el doctor Roque dijo que eso cambiaría una vez que se establezcan las normas.
Suiza, los Países Bajos, Luxemburgo, Canadá, Australia, España, Alemania, Nueva Zelanda y algunos estados de Estados Unidos también permiten la eutanasia y, en algunos de estos países, el suicidio médicamente asistido cuando hay gran sufrimiento pero no hay enfermedad terminal.