Maximiliano Pullaro y Rogelio Frigerio, gobernadores electos de Santa Fe y Entre Ríos, encabezaron este miércoles en Paraná la primera reunión conjunta con sus respectivos equipos. Allí coincidieron en que los mandatarios provinciales serán los encargados de mantener la unidad de Juntos por el Cambio y en que, además, deberán acompañar a Javier Milei, pero sin cogobernar.
“Nuestra coalición está muy unida y nosotros, como parte de los 11 gobernadores de Juntos, vamos a garantizar esa unidad. Creemos que en este momento de tanta dificultad e incertidumbre en la Argentina, la unidad de una fuerza alternativa como Juntos por el Cambio es muy importante y la tenemos que sostener”, sostuvo Frigerio.
“Para nosotros es central, y por eso haremos todos los esfuerzos, que Juntos por el Cambio se mantenga vivo y vigoroso. Es una fuerza que defiende a la República”, puntualizó Pullaro ante el mismo interrogante
“Vamos a acompañar al presidente Milei en lo que entendamos que es correcto. Nuestra fuerza cumple un rol central: acompañar el cambio que se votó en muchos lugares del país, pero en el rol de opositores porque nuestro programa de gobierno era diferente”, definió el santafesino. Luego, evaluó que los gobiernos provinciales de Juntos representan “el cambio que se vio también en el orden nacional”.
“Creemos que esa defensa de la unidad permitirá la defensa de los intereses de nuestras provincias de mejor manera. Para eso nos han votado y estamos dispuestos a honrar ese mandato”, expresó por su lado el próximo mandatario entrerriano.
Pullaro, en esa línea, resaltó: “Vamos a trabajar para fortalecer nuestra coalición. Nosotros no cogobernamos. Sí acompañamos con algunos funcionarios que el Gobierno nacional necesita, que en definitiva es un aporte a la República porque se da en términos personales, no colectivos o como coalición política”.
El factor cordobés
Más adelante, el gobernador electo de Entre Ríos evaluó que habrá “muchos elementos” para trabajar en conjunto con Córdoba. A diferencia de las otras dos integrantes de la Región Centro, la provincia mediterránea está gobernada por un justicialista, Martín Llaryola, a quien piensan sumar al cónclave. Frigerio adelantó que en los próximos días se encontrará con el cordobés en un mano a mano.
Los mandatarios de estas tres provincias podrían poner sobre la mesa de negociación con el presidente Javier Milei entre 15 y 18 diputados y 5 senadores nacionales.
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El punto de encuentro entre los estados de la Región Centro será el la labor en el Congreso nacional, entendió Frigerio. Allí será donde Milei necesitará destrabar su programa de reformas. Con Córdoba “tenemos más cosas que nos unen que las que nos separan. El trabajo legislativo (conjunto) existirá y probablemente también con otros bloques que representen a otras provincias”, aseveró.
“Somos personas de diálogo. Somos personas que en nuestra vida política hemos apostado por la búsqueda de consensos. Y hoy no vamos a cambiar nuestra esencia”, definió.
“Con Córdoba vamos a llevar una agenda institucional y política común, relacionada con la defensa de nuestra región. Hay muchas similitudes en los problemas y en las miradas que tenemos”, dijo Pullaro por su parte.
Luego, adelantó: “Vamos a dialogar mucho en esta realidad que tiene nuestro país. Hay un Presidente que ganó con un gran apoyo popular (pero) que tiene bajo respaldo legislativo y (donde) la mayoría de los gobernadores pertenecen a dos coaliciones políticas que no son las de él”.
Ambos celebraron la incorporación de Patricia Bullrich en el ministerio de Seguridad y de Luis Petri en Defensa. Pullaro aprovechó para reclamar que la Nación sancione la ley de derribo para que la Fuerza Aérea pueda atacar vuelos no autorizados y para que el Ejército se haga cargo de la seguridad en las fronteras para liberar de esa tarea a la Gendarmería y la Prefectura.
La agenda de temas entre Frigerio y Pullaro y sus gabinetes tocó muchos temas, algunos de ellos considerados “estratégicos”, donde habrá un plan de acción conjunto. El primero de ellos será la defensa del federalismo.
Con exposición de los funcionarios, la reunión que se desarrolló desde las 16 en un hotel de la costanera paranaense, se abordaron políticas sobre el trabajo, la seguridad, el narcotráfico, la educación, el medio ambiente y la producción, entre otros.
Uno de los asuntos claves fue la Hidrovía Paraná – Paraguay. Con críticas a la gestión nacional que termina, reclamaron tener “voz y voto” en el diseño de una política que tome el sistema hídrico como un esquema de desarrollo regional.
También reflotaron la idea de construir un puente ferrrocarretero entre ambas capitales provinciales (Paraná y Santa Fe) una iniciativa que se barajó en el final del segundo mandato de Cristina Kirchner y en la primera etapa del gobierno de Mauricio Macri, pero que nunca fue más allá de los papeles de los planos.