Un estudio realizado por Argentinos para la Educación muestra que las mujeres se destacan más que los hombres en las carreras universitarias, pero ganan entre un 22% y un 27% menos.
Las performances en las pruebas estandarizadas de Lengua, tanto en primaria como en secundaria, las ubican con los puntajes más altos, aunque en matemáticas son superadas por los varones.
Al pasar de primaria a secundaria, la brecha se abre y ellos llegan en tiempo y forma al último año de secundaria en mayor proporción que ellas. Si bien las mujeres finalizan más tanto el secundario como la universidad.
Los datos surgen del informe “Brechas de género: desde la escuela al mercado laboral”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Ivana Templado (FIEL), Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación).
Con información proveniente de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Relevamiento Anual, las pruebas Aprender y datos del Sistema Araucano, fueron examinadas las disparidades de género, tanto argentinas como internacionales, que se verifican en varios estadíos del sistema educativo, desde la primaria hasta los ingresos en la edad adulta, elementos que conforman y contribuyen a entender el panorama más amplio.
Las mujeres son más estudiosas que los hombres pero les pagan menos
Las mujeres suelen tener mejores resultados en Lengua que los varones, tanto en primaria como en secundaria.
Mientras que los varones son mejores en Matemática, las mujeres logran terminar en mayor proporción la secundaria que los varones (79% y 68%, respectivamente en 2023) en el grupo etario entre 25 y 29 años.
Sin embargo, al analizar las trayectorias completas a través del Índice de Resultados Escolares, que combina tiempo y “forma”, se observa que 14 de cada 100 varones llegan al final de la secundaria en tiempo y forma, mientras que en las mujeres esta proporción desciende a 12 de cada 100.
Ivana Templado, la coautora del informe, afirma que “a las mujeres les va mejor en lengua y a los varones en matemática. La pregunta es ¿por qué se lo naturaliza? cuando biológicamente no hay diferencias cognitivas de partida asignables al hecho de haber nacido varón o mujer. Pensar en políticas educativas que reviertan dicho sesgo es una forma de reducir a futuro esta y otras fuentes de desigualdad, que a su vez, redundarían en un uso más eficiente de los recursos humanos del país”.
Del análisis de las distintas disciplinas universitarias y profesorados surge que en 13 de 15 disciplinas las mujeres graduadas son más que los varones.
El 83,4% de los graduados de Psicología son mujeres, seguido de las carreras de Letras e Idiomas con 82,9%.
Por el contrario, en las disciplinas de las Ingenierías e Industrias hay mayormente graduados varones, representando el 74,7% y 64,8%, respectivamente.
A nivel país, las mujeres ganan, en promedio, entre un 22% y un 27% menos que los varones (2016-2023).
Las únicas dos excepciones se dan en Ciencias de la Información y de la Comunicación, donde las mujeres ganan 1% más que los varones, y en Química donde este número asciende al 6,3%.
En el otro extremo, las mayores diferencias salariales a favor de los varones se dan en las disciplinas Paramédicas y Auxiliares de la Medicina, y en Economía y Administración, donde las mujeres ganan, en promedio, 21% y 17,2% menos que los varones, respectivamente.
María Edo, profesora e investigadora del Departamento de Economía de la Universidad de San Andrés, asegura que “hace medio siglo las brechas de género en el mercado laboral se explicaban fundamentalmente por menores niveles educativos de las mujeres y discriminación entre los empleadores. Hoy en día, la mayor parte de la diferencia se debe a cuestiones relativas a la maternidad. ¿Revela esto una verdadera preferencia de las mujeres o es el reflejo de un estereotipo cultural? Responder a esta pregunta resulta crucial tanto en términos de equidad como de eficiencia. Este informe representa un paso importante en esa dirección”, plantea.
Miguel Aguirre, director de Ingeniería Electrónica del ITBA, señala que “si bien los estudios indican que hay una cierta tendencia de las mujeres a prevalecer en materias “blandas”, mientras que los varones suelen destacarse en matemáticas, debe considerarse que esas cifras son promedios, que no implican que las mujeres deban evitar carreras científicas como Ingeniería”.
Afirma que “por el contrario, como sociedad debemos alentar a que cada individuo, independientemente de su género, pueda realizar su sueño y desarrollar una vocación. Además, considerando que las carreras tecnológicas son muy necesarias para el desarrollo de nuestro país, es imprescindible llegar a una paridad de oportunidades y recompensas, lo que lentamente se va logrando. Hoy en día son cada vez más las instituciones y empresas que tienen programas especiales para ayudar a las mujeres que quieren dedicarse a carreras STEM”.
Finalmente exhorta a ayudar a que “todos los jóvenes encuentren apoyo en todo su entorno, familias, profesores, profesionales, incluso hasta los directores de carrera de las universidades, ellos sabrán orientarlos y apoyarlos, ¡que ningún estudiante se quede con ganas de seguir su vocación!”
Fuente: NA