Adrián Arroyo Gutiérrez, más conocido como “el psicópata del sur” es un femicida que violó y mató a entre 6 y 11 mujeres en varios barrios de la capital de Costa Rica y sembró el temor en ese país.
Nacido en 1976, Arroyo Gutiérrez era un recolector de chatarra que buscaba como víctimas a mujeres en situación de vulnerabilidad, ya que elegía a aquellas que intercambiaban favores sexuales por drogas.
Este sujeto visibilizaba a su víctima, la llevaba hacia algún estacionamiento apartado, donde posteriormente la violaba y estrangulaba.
Luego de asesinarlas, cubría sus partes íntimas con hojas, dejando los cuerpos sentados con las piernas encorvadas, para luego escapar del lugar.
En total fueron halladas 11 mujeres abusadas sexualmente y asesinadas, todas ellas en zonas donde atacaba “el psicópata del sur”, pero la Justicia pudo demostrar su culpabilidad en seis de los casos.
El 10 de abril de 2015 vecinos de un barrio del sur de la capital costarricense sintieron un olor nauseabundo y hallaron allí el cuerpo de Natalia Salazar Flores en un terreno baldío.
El 24 de junio del mismo año apareció la cuarta víctima de Arroyo Gutiérrez, también en una zona deshabitada, pero en este caso parecía que la mujer no tenía signos visibles de haber sido
agredida.
El 14 de julio de 2015 apareció el cadáver de Alicia Carmona, de 27 años, también una trabajadora sexual de la zona. La víctima fue hallada por un vecino en un terreno baldío bajo unos arbustos y un día después se descubrió que también tenía signos de estrangulamiento.
El 26 de julio de 2015 fue hallado el cuerpo semidesnudo de Tania Barrantes por un transeúnte debajo de un puente peatonal. El cadáver estaba parcialmente cubierto con madera, había sufrido raspones en las piernas, golpes en la cara, la boca y la nuca, este último probablemente con un objeto contundente.
Los investigadores estimaron que el asesino la había matado unas seis horas antes de ser descubierto el cuerpo.
El 6 de agosto de 2015 fue encontrado el cuerpo de una mujer adulta no identificada.
La Policía se contactó con las prostitutas de la zona y les ofreció protección a cambio de información para dar con el homicida.
En uno de los relatos, una mujer reveló que había sido abusada sexualmente por un hombre parecido a Arroyo Gutiérrez, a quien también había visto en compañía de tres de las víctimas. Este testimonio y otras pruebas halladas generaron que el sospechoso sea detenido.
Con el sujeto en prisión, se llevaron a cabo pruebas forenses posteriores en muestras de semen, se descubrieron más agresiones sexuales cometidas por el recolector de chatarra y se demostró su responsabilidad en los crímenes.
Arroyo Gutiérrez fue llevado a juicio y declarado culpable de seis de los asesinatos y dos de las violaciones, por lo que fue sentenciado a 110 años de prisión.
Sin embargo, la ley costarricense establece que la pena máxima sea de 50 años, por lo que ese es el período que cumple, más allá que para ese entonces va a tener 89 años.
En tanto, los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que participaron en este caso fueron luego premiados por su tarea.
Fuente: NA