El ex Presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, negó categóricamente las acusaciones por corrupción en su contra durante su declaración ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Majadahonda.
Rubiales, quien enfrenta cargos por presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales, declaró al respecto durante aproximadamente cuatro horas ante la jueza Delia Rodrigo.
El enfoque de la investigación se centra en la gestión de Rubiales como presidente de la RFEF entre 2018 y 2023, especialmente en el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí y posibles irregularidades financieras relacionadas con contratos.
Tras su declaración, Rubiales sostuvo frente a los medios congregados en la puerta del Tribunal que confía en que “se acabará haciendo justicia”.
Los informes presentados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al juzgado revelan una presunta trama societaria conformada por personal directivo de la RFEF, empleados federativos y empresarios cercanos a Rubiales.
Se sospecha que esta red tenía como objetivo realizar actividades comerciales, como promoción inmobiliaria en Arabia Saudí a través de una empresa inicialmente destinada a la venta de aceite.
Además, los investigadores señalan que durante su mandato, Rubiales habría asignado obras de la federación a cambio de pagos a una empresa administrada por su amigo personal, Francisco Javier Martín Alcaide, conocido como Nene. También se apunta a posibles sobrecostes en la gestión de viajes durante su gestión.
Rubiales se convierte así en el cuarto de una docena de investigados en comparecer ante el juzgado, tras Pedro Rocha, quien le sucedió como presidente interino, Tomás González Cueto, su asesor jurídico externo, y Ángel González Segura, relacionado con obras en el estadio de La Cartuja de Sevilla bajo sospecha.