El Bayer Leverkusen escribió un nuevo capítulo en su historia al coronarse campeón de la Copa de Alemania tras derrotar al Kaiserslautern por 1-0 en una final emocionante disputada en el estadio Olímpico de Berlín.
El equipo, que recientemente se había consagrado campeón de la Bundesliga, se enfrentó a un duro rival de la segunda división, pero logró imponer su juego desde el comienzo. El suizo Granit Xhaka fue el héroe del día al marcar el único gol del partido a los 16 minutos con un espectacular remate desde fuera del área.
A pesar de jugar todo el segundo tiempo con diez hombres debido a la expulsión de Odilon Kossounou, el Leverkusen controló el ritmo del partido y defendió con determinación su ventaja. El Kaiserslautern, por su parte, no logró generar peligro en el arco rival, permitiendo al Leverkusen aferrarse cómodamente al triunfo y asegurar su lugar en la historia del fútbol alemán.
Este triunfo representa el primer doblete nacional en la historia del club, que hasta ahora solo había levantado la Copa de Alemania una vez en 1993. Además, llega como un dulce consuelo después de la derrota sufrida ante el Atalanta en la final de la Liga Europa de la UEFA.
Fernando Carro, director ejecutivo del club, expresó su alegría y orgullo por la victoria: “Ha sido una victoria merecida. Hemos levantado la Copa después de no haberlo conseguido el miércoles. Felicitaciones al equipo por ganar este doblete”.
El Bayer Leverkusen, que durante mucho tiempo fue conocido como “Neverkusen” por no haber ganado títulos importantes desde 1993, cierra así una temporada memorable en la que se proclamó campeón de la Bundesliga sin sufrir ninguna derrota, convirtiéndose en el primer equipo alemán en lograrlo.