El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió este domingo al Congreso que reconozca una situación de calamidad pública por las fuertes lluvias e inundaciones que han causado la muerte de al menos a 85 personas en el estado de Rio Grande do Sul, en el extremo sur del país.
Más de 130 personas siguen desaparecidas tras las inundaciones que han afectado a más de dos tercios de las casi 500 ciudades del estado y han dejado a unos 150.000 desplazados, dijo la autoridad estatal de defensa civil.
Las inundaciones han destruido carreteras y puentes en varias ciudades, provocando deslizamientos de tierra y dejando un rastro de destrucción.
Lula desea que el Congreso declare una calamidad pública en el estado, lo que autorizaría un gasto gubernamental adicional sin necesidad de cumplir con un límite estipulado por las reglas fiscales aprobadas el año pasado.
Los gastos y exenciones de impuestos relacionados con la recuperación del estado tampoco se contabilizarán en el resultado fiscal del Gobierno según la medida.
“Aún no tenemos una estimación de lo que será necesario”, afirmó la ministra de Planificación, Simone Tebet. “Sólo cuando el agua retroceda veremos la inmensa magnitud de los daños en el estado”, añadió.
Flavio Rosa, de 72 años, de la pequeña ciudad de Canoas, dice que es la primera vez que ve una destrucción de esta escala en Rio Grande do Sul causada por las lluvias, que son comunes cada año en esta parte de Brasil. “He visto otras inundaciones, pero ninguna como ésta”, dijo Rosa.
Se esperan más lluvias
Las condiciones climáticas mejoraron el lunes, pero se espera que las lluvias regresen en volúmenes más bajos esta semana y podrían aumentar nuevamente entre el 10 y el 15 de mayo, según el centro de meteorología local MetSul Meteorologia.
“Los escenarios hidrológicos y meteorológicos no son nada favorables en el corto y mediano plazo”, afirmó.
“A pesar de las mejoras en algunas partes del estado, algunas áreas permanecerán en condiciones severas durante mucho tiempo”.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, ha enfatizado que el número de muertos aún podría aumentar sustancialmente a medida que los equipos de rescate obtengan acceso a más regiones.
Las empresas se han visto gravemente afectadas, y el grupo de presión de los frigoríficos, ABPA, dijo que 10 plantas de carne de cerdo o aves de corral han quedado paralizadas total o parcialmente.
El regulador petrolero ANP redujo temporalmente los mandatos para la mezcla de biocombustibles con gasolina y diésel en el estado debido a que el suministro local de etanol y biodiesel se vio afectado. La refinería Canoas de Petrobras todavía suministra combustible fósil, indicó.
El Aeropuerto Internacional Salgado Filho de la capital del estado, Porto Alegre, uno de los más transitados de Brasil, tiene suspendidas sus operaciones indefinidamente, dijo el operador Fraport.