Agustín Canapino se convirtió en el primer piloto argentino en 91 años en completar las 500 Millas de Indianápolis, destacándose en la edición 108 del evento, pese a terminar en el puesto 22 debido a una penalización.
La carrera, retrasada cuatro horas por tormentas, comenzó con incidentes que incluyeron un choque entre Pietro Fittipaldi, Tom Blomqvist y Marcus Ericsson. Canapino adoptó una estrategia conservadora en la pista húmeda y logró avanzar desde el puesto 23 hasta el 19 en las primeras vueltas, aprovechando una neutralización por la rotura del motor de Katherine Legge.
La carrera estuvo llena de interrupciones, como el choque de Linus Lundqvist y fallos en los motores Honda, lo que permitió a Canapino seguir ganando posiciones con cada parada en boxes. Tras la deserción de Félix Rosenqvist en la vuelta 64, llegó al puesto 12.
Aunque superado por Helio Castroneves, el despiste de Colton Herta le permitió entrar en el top ten. A pesar de un toque en los pits, Canapino confirmó que su auto estaba en buenas condiciones y continuó avanzando hasta el décimo lugar en la mitad de las 100 vueltas.
En la vuelta 119, Canapino alcanzó el octavo puesto pero perdió algunas posiciones en una intensa batalla. Después de ingresar a boxes en el giro 132, se situó décimo, compitiendo cerca de Josef Newgarden y delante de Santino Ferrucci.
Un accidente de Will Power provocó otra bandera amarilla, y al relanzarse la carrera en la vuelta 155, estaba en el puesto 11. Hizo su última entrada en los pits en la vuelta 171, pero fue penalizado por exceso de velocidad, relegándolo al puesto 22.
A pesar de esta penalización, Canapino logró un hito significativo al completar la Indy 500, siendo el primer argentino en hacerlo desde Raúl Riganti en 1933. Además, terminó por delante de su compañero de equipo Romain Grosjean, quien finalizó en el puesto 19. Con su actuación, Canapino demostró que el automovilismo argentino tiene un lugar destacado en la escena internacional.