En un escenario deportivo donde la juventud suele dominar, Emma María Mazzenga, una atleta italiana de 90 años, continúa desafiando las expectativas y estableciendo nuevos estándares de excelencia en el atletismo mundial. Este mes, Mazzenga hizo historia una vez más al registrar un tiempo impresionante de 51,47 segundos en los 200 metros al aire libre, superando su propio récord mundial en la categoría de 90 años y más.
Nacida el 1 de agosto de 1933, Mazzenga ha consolidado su lugar como una figura destacada en el atletismo italiano, acumulando cinco récords mundiales, nueve récords europeos y 28 mejores actuaciones italianas en diversas categorías de Masters de velocidad. Su pasión por correr y su dedicación incansable la han llevado a la cima del deporte a una edad en la que muchos podrían considerar retirarse.
Al ser entrevistada después de su hazaña, Mazzenga expresó humildemente su sorpresa y satisfacción por su desempeño sobresaliente. Sin embargo, su éxito no ha sido obra de la casualidad; Mazzenga sigue rituales precisos en sus carreras y se adhiere a una estricta rutina de entrenamiento. Curiosamente, corre sin calcetines y alterna entre diferentes tipos de calzado según la ocasión, una práctica que comparte con muchos otros atletas.
A pesar de su notable dominio en las pistas, Mazzenga rara vez se encuentra con rivales directos en su categoría. Aun así, su objetivo principal sigue siendo mejorar sus tiempos personales y disfrutar del proceso. Después de cada carrera, le gusta celebrar sus éxitos con una cerveza junto a sus compañeros corredores, mientras exhibe con orgullo los trofeos que ha ganado a lo largo de los años.
La carrera de Mazzenga como atleta Masters comenzó a la edad de 53 años, convirtiéndose en un bálsamo reconfortante durante los momentos difíciles de su vida. Aunque se acercan importantes competiciones, como el campeonato italiano y el mundial en Suecia el próximo año, Mazzenga prefiere no hacer planes a largo plazo, manteniendo una actitud humilde y centrada en el presente.
Con cada zancada que da, Emma María Mazzenga desafía los límites del envejecimiento y demuestra que la pasión y la determinación no conocen fronteras de edad. Su historia inspiradora sirve como recordatorio de que nunca es demasiado tarde para perseguir nuestros sueños y alcanzar nuevas alturas, independientemente de la edad que tengamos.