La Provincia de Santa Fe realiza en la localidad de Los Amores, departamento Vera, un operativo territorial para el control de roedores que migraron, producto de la emergencia hídrica, invadiendo las zonas más urbanizadas, hogares, un establecimiento educativo, entre otros espacios. Las tareas se intensificaron el último fin de semana, a través de la dirección de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud.
Ante el riesgo potencial de transmisión de enfermedades, se activó una estrategia conjunta entre el área de Zoonosis, que depende de la dirección; la Región de Salud-Nodo Reconquista y los equipos locales, para la identificación de los roedores, su control, y para el diagnóstico y la prevención de enfermedades.
Al respecto, la directora de Promoción y Prevención en Salud, Analía Chumpitaz, explicó que “por la emergencia hídrica y el crecimiento súbito de las aguas hubo una migración de los roedores desde sus madrigueras y hábitats tradicionales hacia otras áreas más altas y urbanas”.
Si bien este fenómeno también se produjo en otras áreas anegadas por las incesantes lluvias, en Los Amores la preocupación fue mayor porque se detectó la presencia de roedores en un establecimiento escolar.
Frente a esta situación, Chumpitaz amplió los detalles del trabajo integral realizado: “Cada roedor tiene sus características y transmite enfermedades distintas. Este trabajo de identificación y vigilancia ya había comenzado tiempo atrás, cuando comenzó la crisis hídrica. Ahora se reforzó fundamentalmente en tres aspectos: disminuir los lugares en donde se puedan refugiar, impedirles el acceso a cualquier tipo de alimento y evitar el contacto de las personas con agua que pueda estar contaminada por virus o bacterias, propios de estos animales”, describió la directora de Promoción y Prevención.
“De esta manera se había trabajado preventivamente en la capacitación para la identificación y abordaje de enfermedades, y su diferenciación con otras que se manifiestan también como síndromes febriles. Porque tanto las que transmiten los roedores como otras circulantes (dengue, gripe) comparten síntomas como la fiebre, los dolores musculares y el diagnóstico tiene que ser preciso y temprano”, enfatizó Chumpitaz.
Prevención y abordaje médico
Junto a la población se trabaja para disminuir el refugio de ratas y ratones, evitando dejar espacios desordenados, y que pueden resultarles útiles para generar o construir sus madrigueras.
“Esto puede ocurrir no solo por las migraciones, sino por el aumento de la natalidad que se produce en esta época, y lo primero que van a hacer es buscar refugio. Por eso es importante no dejar comida, y tapar cualquier espacio por donde puedan ingresar”, describió Chumpitaz.
Y recomendó: “Al realizar tareas de limpieza, se deben utilizar guantes, barbijos y gafas protectoras; en caso de encontrar roedores muertos o elementos posiblemente contaminados, envolverlos en bolsas dobles y con los recaudos antes mencionados, desecharlos”.
Sobre el abordaje médico preventivo que se realiza, particularmente para evitar la leptospirosis, que puede transmitirse a las personas que tuvieron contacto con agua con orina o heces de ratas, se prescribe un tratamiento quimioprofiláctico con doxiciclina.
“En caso de que hubiese personas con diagnóstico confirmado de leptospirosis también se hace un tratamiento específico con antibióticos, pero hasta el momento no hemos encontrado ningún caso sospechoso”, concluyó Analía Chumpitaz.