El Sol acaba de emitir la llamarada solar más fuerte de todo el ciclo solar, que fue captada en imagen por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA y compartido en la cuenta de X de la NASA Sun & Space.
Se trata de la mayor erupción solar de clase X de los últimos años, y alcanzó su punto máximo a las 16:51 UTC este 14 de mayo de 2024.
Ha sido clasificada como X8.7, donde la X denota las llamaradas más intensas, mientras que el número proporciona más información sobre su fuerza.
A las 10:51 (hora del centro de México) se registró una potente llamarada clasificada como X8.7, la cual hasta ese momento fue calificada como la más grande de actual ciclo solar.
Pero por la ubicación del origen de esta llamarada, cualquier emisión de masa coronal no se dirigía a la Tierra y no causaría tormenta geomagnética.
Por lo tanto, no afectó comunicaciones por radio, redes de energía eléctrica, señales de navegación, naves espaciales ni astronautas.
Mancha solar gigante
De todos modos, la mancha solar gigante AR3664 ya no mira a la Tierra, lo cual lo hace más peligrosa.
La de clase Carrington pasa sobre el extremo occidental del Sol, una región conectada magnéticamente a nuestro planeta, y cuyos efectos ya se hicieron sentir.
Las zonas rojas en el mapa muestran dónde se absorben las señales de radio de onda corta.
Dentro del Círculo Polar Ártico, las frecuencias por debajo de 30 MHz están casi completamente apagadas, una molestia para los aviadores polares y los radioaficionados.
Los protones acelerados por las erupciones solares en la cubierta magnética de AR3664 siguen la espiral de Parker de regreso a la Tierra.
Son como una superautopista magnética. Las partículas que llegan son canalizadas por el campo magnético de nuestro planeta hacia los polos, donde ionizan la atmósfera e interfieren con la transmisión normal de radio de onda corta.
Aunque la clasificación que se le dio a la llamarada solar explicaría la razón de su magnitud, no habría un motivo claro de sus causas.
Las llamaradas solares serían explosiones de energía constantes y naturales en la actividad del ciclo solar,
Actividad solar
A mitad de mayo, el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA detectó una gran actividad solar, la cual incluye toda una serie de llamaradas.
Antes de que se registrara la más intensa, el Sol emitió dos fuertes erupciones solares:
* El lunes 13 de mayo: X1.7, punto máximo 10:09 pm.
* El martes 14 de mayo: X1.2, punto máximo 8:55 am.
Además, el mismo lunes 13 de mayo hubo otra llamarada solar no tan intensa, pues se clasificó como una erupción solar de clase M6.6.
Cada 11 años aproximadamente, la ardiente esfera experimenta periodos de baja y alta actividad, que se asocian con el número de manchas solares en su superficie.
Estas regiones oscuras, algunas de las cuales pueden llegar a ser más grandes que la Tierra, son impulsadas por los campos magnéticos del Sol, que cambian constantemente.
En el transcurso de un ciclo solar, el Sol pasa de un periodo de calma a otro intenso y activo.
Durante el pico de actividad, llamado máximo solar, los polos magnéticos del Sol se giran.
Luego, el Sol vuelve a la calma durante un mínimo solar.
El máximo solar se producirá entre mediados y finales de 2024, según las predicciones de los expertos.
El ciclo solar actual, conocido como Ciclo Solar 25, estuvo lleno de actividad, más de la esperada.
Los científicos del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en Boulder, Colorado, ya rastrearon más manchas solares que las contabilizadas en el pico del ciclo anterior.
“No hay dos ciclos solares iguales”, dijo previamente a CNN Mark Miesch, científico investigador del Centro de Predicción Meteorológica Espacial.
“Este máximo solar es el equivalente meteorológico espacial de la temporada de huracanes. Es cuando vemos las mayores tormentas. Pero, a diferencia de la temporada de huracanes, que duran unos meses, el máximo solar dura unos años“.
El aumento de la actividad también incluyó fuertes erupciones solares y eyecciones de masa coronal, o grandes nubes de gas ionizado llamadas plasma y campos magnéticos que brotan de la atmósfera exterior del Sol.
Las tormentas solares generadas por el Sol pueden afectar a las redes eléctricas, al GPS y a la aviación, así como a los satélites en órbita terrestre baja.
Estos fenómenos también provocan apagones de radio e incluso suponen un riesgo para las misiones espaciales tripuladas.