Cristiano Ronaldo, quien se quedó con el récord de máximo goleador en una temporada de la Saudi Pro League con 35 goles, entró en un desconsolante llanto al perder la final y se marchó con mucha bronca del estadio King Abdullah Sports City de Jeddah. Mientras que Neymar, quien vio el partido junto a los suplentes, se sumó a los festejos con sus compañeros.