El gobierno de Bolivia tenía información de que podría ocurrir un intento de golpe de Estado antes de que el máximo comandante militar del país y sus tropas entraran por la fuerza en el palacio presidencial, dijo el jueves un ministro del gobierno.
El fallido golpe del miércoles se produjo en unas pocas horas y provocó rápidas condenas de los líderes mundiales, lo que generó temores de que la democracia en la nación andina siga en riesgo.
En entrevista con la emisora local Unitel, el ministro del Interior, Eduardo del Castillo, dijo que el presidente Luis Arce había recibido informes sobre “intentos de desestabilización”, pero no se sabía cuándo podría llevarse a cabo.
Durante la movilización de unidades militares, el comandante militar del país reunió tropas en la plaza principal de La Paz y embistió la puerta del palacio con un vehículo blindado para permitir que los soldados entraran corriendo al edificio.
Los soldados finalmente se retiraron y la policía recuperó el control de la plaza. Arce denunció el intento de golpe y rápidamente nombró a nuevos líderes militares.
El ex comandante Juan José Zúñiga fue arrestado al igual que el ex comandante de la Armada Juan Arnez Salvador, dijo del Castillo, quien agregó que podrían enfrentar penas de prisión de entre 15 y 30 años. En total 17 personas han sido detenidas, dijo del Castillo.
“Juan José Zúñiga no ha actuado solo, Arnez no ha actuado solo y el día de hoy lo hemos demostrados con la aprehensión de 17 personas. Evidentemente, hay muchas más personas que han participado en el golpe de Estado fallido ocurrido el día de ayer”, señaló.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó el jueves que mantiene en agenda su viaje a Bolivia, previsto para julio.
El embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Arce Zaconeta, dijo en una reunión que alrededor de 200 militares habían participado en el intento de golpe.
“Insto a las autoridades a llevar a cabo una investigación exhaustiva e imparcial sobre las acusaciones de violencia y los informes de heridos”, dijo el jefe de Derechos Humanos de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), Volker Turk. “Los responsables deben rendir cuentas”.
Zúñiga había dicho recientemente que el ex mentor de Arce convertido en rival político, el ex presidente Evo Morales, no debería postularse nuevamente para la presidencia y amenazó con
bloquearlo si intentaba hacerlo.
El comandante había sido informado el martes que sería destituido de su cargo porque su conducta “no se adecuaba a la Constitución Política del Estado”, según del Castillo, que recordó que Zúñiga reaccionó con tranquilidad ante la noticia.
“Nadie se hubiese imaginado que al día siguiente, antes del cambio de mando de estas personas, hubiese ocurrido un golpe de estado fallido en nuestro país”, dijo el ministro.
El miércoles por la noche, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, dijo a los periodistas que Zúñiga, en su confesión a la policía, dijo que el intento de golpe fracasó porque los
refuerzos no llegaron a tiempo.
Mientras lo arrestaban, Zúñiga dijo que había recibido instrucciones de llevar a cabo el golpe bajo la dirección de Arce, para aumentar la popularidad del presidente, algo que Prada negó.