Este sábado 29 de junio, se dio inicio a la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, con los votantes de los territorios de ultramar siendo los primeros en acudir a las urnas. La participación en estos territorios ha mostrado un aumento significativo en comparación con elecciones anteriores, marcando un día crucial antes de que la votación continúe en Francia continental el domingo.
Saint-Pierre-et-Miquelon, una comunidad francesa en el Atlántico Norte, fue la primera en inaugurar la votación, registrando una participación del 51,38% hasta las 17:00 horas, en comparación con el 46,17% registrado en 2022.
Posteriormente, los votantes en Guyana, Saint-Barthélemy, Saint-Martin, Guadalupe, Martinica, Polinesia Francesa y los franceses residentes en América del Norte también ejercieron su derecho al voto durante el sábado.
Se espera que estas elecciones legislativas, que por primera vez desde 1997 no están alineadas con las presidenciales, marquen un punto de inflexión en la política francesa. Las encuestas sugieren una participación potencialmente histórica, superando los dos tercios de los 49 millones de ciudadanos llamados a votar.
El interés y la movilización han sido notables, con más de dos millones de solicitudes de voto por poder y un récord de 410,000 votos emitidos en línea por franceses en el extranjero, comparado con los 250,000 en 2022.
En palabras de los votantes, como Rose Montoute en Guayana Francesa y Antoine Rica en Montreal, Canadá, estas elecciones se perciben como cruciales, influenciadas por la situación nacional y la importancia de la voz ciudadana en la dirección del país.
Los resultados de esta primera vuelta se esperan para la noche del domingo 30 de junio. Emmanuel Macron y su gobierno ya están preparados para analizar los resultados y planificar estrategias antes de la segunda vuelta, programada para el 7 de julio, que podría ver la elección anticipada de un número significativo de diputados.
El escrutinio de los primeros resultados comenzará a las 20:00 horas locales del domingo, marcando el inicio de un período de intensa especulación y análisis político en Francia y más allá.